So long, Lonesome - Tan largo,y solo

Instrucciones para leer este post: darle al Play e ir siguiendo mis comentarios correlativamente con los minutos de la canción. Es una de las canciones más cortas de Explosions in the Sky, pero refleja perfectamente, en su progreso, la sucesión de sensaciones que han recorrido mi cuerpo hoy. La he elegido por algo, porque representa mucho para mí y porque manifiesta cada uno de mis sentimientos de hoy. Si lo preferís dadle al Pause en cada minuto que especifico yo abajo, leed mi comentario y dadle de nuevo al Play. Pero por favor os pido una cosa: Una vez leídos los comentarios, poned la canción de nuevo, de un tirón, para que realmente podáis estar cerca de todo lo que he sentido hoy. Que la disfrutéis.

00:00.- Suena el despertador y amanece uno de los días más importan-tes de mi vida.

00:21.- Me hago el desayuno, mientras enciendo el portátil.

00:44.- Mientras me tomo las tostadas y el café con leche, le mando el mail de Buenos días a Puri. Me ducho y me visto. Preparo el bolso y cojo el dinero.

01:33.- Salgo de casa y me subo al CNG, que, como todas las mañanas, me lleva a la Universidad, por las ruidosas calles de esta ciudad, pensando en cómo me saldrá mi primera clase a nivel universitario. Me cae alguna lágrima por la intensidad de los latidos de mi corazón y la sensación momentánea de soledad que me domina, cuando me surge la necesidad de tener cerca a todos los que tengo tan lejos, y a los cuales no podía expresar mi euforia interna.

01:44.- Llego al despacho. Hago la entrada de blog aprovechando que hay internet, mientras espero a Rafique, que se está retrasando y yo cada vez estoy más nervioso.

01:58.- Llega Rafique y me pide que acompañe a un hombre de la Universidad a la casa que ésta me presta para limpiarla. Que le abra la puerta, le deje la llave y vuelva al despacho para irnos a comer.

02:14.- Me voy a abrirle la casa, y cuando vuelvo al despacho, me pongo a pensar en la distancia que me separa de Puri y en la imposibilidad de no poder repetir esta experiencia con ella, en la imposibildad de no tenerla allí fuera del aula 118 esperando a que salga, después de haber dado mi pimera clase. Y me vuelven a salir las lágrimas. Me siento solo. Nadie comparte mi tristeza tan alegre. Esta sensación también es irrepetible.

02:35.- Nos vamos a comer nuestro arroz con pollo y Rafique me pregunta qué tal estoy ante mi primera clase. Yo le respondo que, "Well, today is one of the most importants days of my life". Se lo digo en inglés porque necesito que mi cerebro piense en cómo decirlo, para, de ese modo, eliminar las ganas que tengo de llorar, y evitar que me tiemble la voz. Nos tomamos el té y volvemos al despacho para hacer tiempo antes de entrar a clase.

02:48.- Le mando el sms a Puri para avisarle de que en ese momento estamos entrando en clase Rafique y yo. Pongo el móvil en silencio. Rafique se presenta y da comienzo a uno de los sueños de mi vida: el curso de mi grupo A de la Universidad de Dhaka empieza a las 15:07 hora local. Rafique pregunta si hay alumnos de otros grupos, mientras reparte el programa. Hay dos alumnos que tienen que salirse de clase. Empieza a explicarles el programa punto a punto, mientras los alumnos van firmando en una lista para después comprobar que son del grupo A. Se va acabando el programa. Rafique se calla. Mi corazón no puede más. Me presenta. Dice que me deben de tratar de usted, con respeto, porque soy pofesor y ellos alumnos. Les dice que les voy a decir cuatro notas sobre el español.

03:03.- Y, por fin me deja solo. Ante 23 alumnos que ni siquiera pueden decir hola, y a los que tengo que enseñar mi lengua materna. Empiezo disculpándome diciéndoles que perdonen mi inglés porque no es muy bueno. Me dicen que no me preocupe. Después les pregunto si saben algo del español o de la cultura española. Me miran en silencio. Les pregunto si saben dónde está España y si saben en qué países se habla español. Me siguen mirando en silencio. Y aprovecho un mapa del aula donde están marcados en rojo los países de habla castellana. Y antes de que pueda decir nada, un alumno me dice que es en España y en toda América Latina menos Brasil. Les digo que en el mundo somos 445 millones de hablantes, y después que el castellano pocede del latín, y que tuvo las influencias de las lenguas germánicas y anglosajonas y de la influencia posterior del árabe. Les digo que el mismo año en que los Musulmanes perdieron su último bastion en Granada un tal Cristóbal Colón llegó a lo que hoy llamamos América. Me miran como pensando que me he vuelto loco. Caigo en la cuenta. Les digo que fue Cristopher Columbus. Suspiran y me dicen que a ese si lo conocen. Les digo que él fue el que "llevó" el español allí, y que a lo largo de los años se ha completado la configuración del territorio mundial en el que se habla castellano, incluso les hablo de los 40 millones de hispanohablantes de Estados Unidos, introduciéndoles el término de Chicano. Acabo dándoles algunas notas gastronómicas como la Fabada, la paella (y acordándome de mi hermana y mi cuñado) del guacamole y las tortillas mexicanas, que para que me entiendan lo que son, las comparo con el donner Kebab y se ríen. Les pregunto que si tienen alguna duda. Y un alumno se levanta preguntándome si en América Latina España tiene alguna colonia. Le digo que no, que las últimas colonias, que fueron Cuba y Filipinas, las perdimos en 1898. Vuelvo a preguntar si tienen alguna duda y me dicen que no.

03:16.- Me despido hasta el lunes porque el jueves es festivo. Recojo las cosas y todos me dicen "Adios", ante mi asombro.

03:25.- Vuelvo al despacho, donde me espera Rafique. Hablamos de cómo ha ido. Y me dice que si quiero que me vaya, que él a las 5 y media tiene clase. Miro el reloj y le digo que como queda una hora me quedo con él charlando. Me dice que de las seis películas que le grabé sólo puede ver 2. Le digo que se baje el DIVX. Lo bajamos e instalamos. Nos vamos a que Rafique se tome un té que se siente un poco soñoliento porque ha madrugado. Mientras se toma el té hablamos de cine latinoamericano, y de lo curioso que me parece que en un país tan caluroso tomen té, que está tan caliente, pero que, sin embargo, no da calor, si no todo lo contrario, que es refrescante. Nos volvemos hacia el despacho y le doy las gracias por todo. Nos separamos y cojo el CNG de vuelta a casa, en un día que ha sido igual de largo como de corto, y que si no hubiera sido por Rafique, me hubiera sentido más solo todavía.