sábado, 15 de agosto de 2009

Tal y como me siento

Por favor, dadle al play. Esta entrada sólo tiene sentido si escucháis la canción. Sólo os pido que leáis el título y que penséis en el sentido que tiene cada una de sus notas. Muchas gracias.


TÚ, SÓLO TÚ ME DESPERTASTE DE AQUEL COMA

Agua. Sentado, esperando a que llames. Sentado, viendo el tiempo de esta ciudad pasar. Viendo cómo todo lo revuelve, todo lo increpa, todo lo acaricia con sus garras. Todo está derretido, como una mancha de humedad en la pared. La sangre se dilata, se derrama el sudor. Camisas mojadas. Como la lluvia. Despejar los sueños. Taparme ante el frío del Aire Acondicionado, porque tú no estás. Y oír la lluvia. Ducharme. Y seguir escuchando la lluvia. Y aprender cosas de este instante de soledad. Como, por ejemplo, que no hay distancia que me separe de todo lo demás. Memorias. Agua donde se esconden todas las imágenes que alguna vez he visto. Y me depuro con este río que ahora es mi vida.


Agua. A veces también me escondo a verte caminando, a mi lado. Desmenuzar con los nudillos las auroras que hemos compartido juntos. Detrás del agua quedan tus ojos. No los notas pero sé que están ahí. Sentir que todo sigue rodando, peregrino, como el mundo. Y despedirme de la gente moviendo la mano desde el CNG. Y todo sigue su rumbo. Su proceso en el que el tiempo es el fruto que todo lo corrompe y que al mismo tiempo todo lo produce. Vivir cada segundo como si después ya no hubiera nada.



Agua. Esconder los pies debajo, como si se tratara de una manta, para no tener frío. Y meter también debajo del agua todo aquello que no nos gusta, y convertirlo en cosas buenas, para disfrutarlas. Amarillearnos el alma con todo lo que huele a primavera. Y reirnos. Deshacer los pulmones en haces de luz, descomprimir el aire que me sobra en una larga risa. Vestirme de blanco. Con la pureza de las cosas que saliendo de tus labios se convierten en palabras. Limpiar el animal que llevamos dentro con el vaivén salvaje de las ondas concéntricas de las gotas de lluvia en el espejo donde se refleja el cielo. Meter la mano debajo. Tantear. Palpar. Hasta encontrar todos los secretos. Y compartirlos. Como restos de nuestros naufragios. Como las canciones que cada día que pasa nos van poblando y sitiando.





Agua. Como las lágrimas que nos separan. Justo en el borde. En el límite que todo lo separa. En un lado nosotros, en el otro, todo lo demás, y el agua. Vegetación lejana de un sueño que ya no es sueño, porque se ha hecho realidad. Lontananza. Horizontes congelados, que nunca alcanzo. Mirarlo por si con mi mirada puedo acercarlo. Divisar la lejanía. Observando cómo el tiempo se acerca. Y tenerte al lado de repente, como agua, como lluvia, como rocío. Descalzos se anda mejor por esto que todavía es senda. Sin mirar atrás, para que todo aquello que no hemos hecho no nos alcance. Para no tener que arrepentirnos por no llevarlo a cabo entonces. Ver cómo el agua se traga el sol por las noches. Y ver cómo de nuevo nos lo devuelve por las mañanas.




Agua. Volver a la infancia. Desatarnos los zapatos. Correr por los pasillos. Detenernos en la papiroflexia. Hacer barquitos de papel. Escondernos en uno de ellos y huir lejos. Sin mojarnos, pero cubriéndonos con el agua. Hundiéndome en este río de gente pero con los pulmones llenos de aire. Bambú. Caña dulce. Zumo de coco. Besos. Idiomas digitales. Sonidos táctiles. Y, otra vez. Agua

Hay días que me siento como una canción de Explosions in the Sky. Como si un castillo de fuegos artificales reventara dentro de mí. Y me inflamara de color. De música. De baile. De fiesta. De alegía. Y no sé por qué.


Y ahora, en las primeras luces del atardecer, me encuentro ecuchando a Glen Campbell (el capricho de la casualidad me dice que es "Timbre del campo" o "Campo del timbre" según como se mire), y corrigiendo el estilo en unos poemas de Jibanananda Das:

Cuando, en una tormenta de invierno caiga lejos,
como una hoja en el camino,
Entonces, ¿yacerás tú también sobre mi pecho ese día?
¿Se llenará entonces tu alma
con un gran estupor de sueño? ¿Esta cuchilla que es tu vida
será hecha toda sin punta y sin filo?
¿También sólo has querido que el rocío se junte esta noche en mi pecho?
¿Para ti la paz estará hecha sólo de eso?-¿ninguna otra sensación?
Tomaré mi hoja- y todavía la vida, que es incomprendida,
te retendrá aquí en esta tierra; por lo menos todas mis canciones todavía
están dirigidas a ti.

Pero esos versos me hacen pensar en Neruda. Y dedicarte uno de sus 100 sonetos de amor:


Áspero amor, violeta coronada de espinas,
matorral entre tantas pasiones erizado,
lanza de los dolores, corola de la cólera,
por qué caminos y cómo te dirigiste a mi alma?


Por qué precipitaste tu fuego doloroso,
de pronto, entre las hojas frías de mi camino?
Quién te enseñó los pasos que hasta mí te llevaron?
Qué flor, qué piedra, qué humo mostraron mi morada?


Lo cierto es que tembló la noche pavorosa,
el alba llenó todas las copas con su vino
y el sol estableció su presencia celeste,


mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua
hasta que lacerándome con espadas y espinas
abrió en mi corazón un camino quemante.


Y, de vez en cuando, de repente, me viene, como de muy adentro, un rumor a


AGUA


4 comentarios:

Luisa dijo...

Paco, parece mentira, que ahora que no nos vemos es como si nos conociéramos más. Es precioso todo lo que escribes, no hay una sola frase que no transmita algo.
Ahora ya estarás durmiendo, descansando y aliviando la soledad y yo tengo aquí a Marcos reclamándome sus atenciones... Cada cual lo suyo.
Me encanta leer tu blog y todo lo que escribes.
Espero que mañana hablemos un ratillo, durante el cumple de nuestra Puri.
Ya te lo he dicho hace un rato, pero, para quede constancia, claro que puedes hacer una entrada del peque, que ya va hablando mucho, ya verás cuando vengas y le veas; yo creo que él también nota tu falta, a su manera. A ver si un día de estos lo conseguimos y te "xarra" algo.
Un beso muy fuerte y dulces sueños.

Francisco dijo...

Pues si.. Tienes razón... Ahora que estoy tan lejos tuyo me arrepiento de no haber aprovechado más las ocasiones y haberte conocido más, porque sé que eres una persona genial. Pero bueno, oye, nunca es tarde.

Todavía me acuerdo del día en el que me despedí de vosotros, en el portal de tus padres. Pensar que ya no os iba a ver hasta Diciembre se me hacía muy duro. Pero bueno, la vida te hace pasar a veces por momentos así, y sé que con esto os estoy empezando a querer más que antes (que ya es decir), porque echaros de menos produce más ganas de estar con vosotros.

En cuanto a la entrada del nano ya lo sabía, pero como sois los padres... Además, voy a pone fotos suyas en el flickr si quereis. No dejo de ver sus fotos. Me encanta vuestro hijo, qué suerte habéis tenido. Es que con una madre así no tenía que venir un niño malo y feo... Lleva una muy buena semilla en su corazón. Ah, y tranquila que tú también tendrás tu entrada.

Y sigue poniéndome comentarios en el blog que me ayuda a teneros un poco más cerca.

Te quiero mucho. Os echo de menos. Un besazo muy grande a Marcos!!

Anónimo dijo...

Buenos días de Domingo. Preciosa entrada. Quizá demasiado íntima para yo entrar aquí a darte mi opinión. Pero como me tienes enganchada pue yo leo y leo, algunas veces te comentare y otras me quedaré esperando la próxima entrada, Hoy me atrevo a entrar aquí aunque no pegue mucho ja ja ja Y es que te entiendo perfectamente son sólo 350 Km lo que me separa de Valencia pero no hay día que no la añore . Todo consiste en desde la distancia no perder el contacto y es curioso cuando te vas las relaciones se afianzan más . . . Que pases un buen domingo Te mando un besazo envuelto con una fina capa de licor de mandarina Soy M JOSÉ DESDE EL MOVIL LO QUE HACE LA TECNOLOGÍA

Pat dijo...

Preciosa entrada tete, se como te sientes, el tiempo pasa volando, mucho ánimo y a seguir disfrutando.

PD:me salian las lagrimillas leyendo el post, escribe una novela yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.

Besitos y abrazos.