lunes, 17 de agosto de 2009

Segunda Clase - Muchas gracias

Hoy ha sido mi segundo día de clase. Después de dormir un poco fatal por el calor. Sí, he dicho calor, porque, aunque ponga el Aire Acondicionado, no me gusta quedarme dormido con él puesto; con lo que, antes de dormirme, cuando noto ya el fresco en la habitación, lo apago, pero claro el frío no es eterno, con lo que a la hora me despierto sudando y asqueado, pero claro, tampoco puedo poner el Aire otra vez porque entonces podría coger un gripazo de miedo, sudando y con el aire puesto. Por que ya sé que estáis pensando que soy un tonto, que podría poner el termostato, pero... es que es tan moderno el aparato que no tienes esas cosas tan antiguas, jejjeje....

Bueno, el caso es que esta mañana he hecho lo de todos los días. Me he preparado el desayuno, me lo he tomado mientras leía el correo-e (como lo dicen aquí), he llorado un poco leyendo el comentario que me puso ayer mi querido cuñado Mr. Chache, me he duchado, me he vestido y he salido antes de lo previsto, ya que quería pasar por la casa de la Universidad para ver cómo la habían dejado después de la limpieza del lunes pasado, y me he subido al primer CNG que he visto... He negociado con él el precio (aquí todo es así, luego os contaré al final) y he sacado mi cámara para hacer algunas fotos, pero a la altura de Gulshan 1 el maldito aparato me ha pedido el cambio de batería, con lo que sólo he podido hacer dos o tres fotos:




Este hombre de barba que medio véis entre el tráfico es un repartidor de una papelería. Sí, como lo véis. Lo que lleva detrás suyo apilado encima de su rickshaw son, ni más ni menos, que carpesanos. Lo que en las oficinas se llama A-Z (acetas) o carpetas. Si no os lo creéis, fijaros en la siguiente a ver si os convenzo:

Y, bueno, aquí os dejo otra muestra de otro morro de otro autobús de línea típico de esta gran ciudad:


Al final he llegado a la Universidad, después de los previstos 45 minutos de CNG. Lo primero que quería hacer era coger la llave de la casa, que supuestamente me la habían dejado en un cajón, y quería ir ver como estaba. Pero claro, como tenía la cámara sin batería y además Rafique estaba en el despacho poniendo en orden unas fotocopias, me he quedado allí ayudándole y cobijándome del calor que ha hecho hoy.

Después Rafique se ha marchado a hacer unas gestiones y me he quedado en el despacho, mirando el correo, el vídeo de Bolt y su récord del mundo,










las noticias del 20 minutos y el Superdeporte digital. Y después unas cosas para la clase, en la Wikipedia y la receta del gazpacho, para explicarla a mis alumnos. Al rato ha venido Rafique y nos hemos ido a comer. En la comida me ha preguntado qué les iba a dar hoy, se lo he explicado y después nos hemos puesto a hablar de cine afgano y nepalí. Cada día me sorprendo más de la cultura intelectual de este hombre, un bangladeshí que ha estudiado español en Londres y Granada, y, al mismo tiempo me doy cuenta de que tenemos muchos puntos en común, tanto como colegas y compañeros de trabajo, como personas.

Hemos vuelto al despacho, Rafique me ha dado el CD del libro porque quería prepararme una actividad de audición y me ha dado la llave del candado del aula. He preparado la actividad y hemos visto unas dudas que tenía Rafique de los poemas de Jibananda que le preparé estos días y de una pequeña historia del español que yo había preparado para su grupo y el mío. He mirado la hora y me he ido a clase, que eran ya las 3.


Allí estaban los 20 alumnos esperándome, impacientes. Hola buenas tardes... Hoy vamos a empezar con las 5 ó 7 preguntas básicas que tenemos que saber cuando conocemos a alguien:


¿Cómo te llamas?


¿Cómo estás? Bien o Mal.


¿Cuántos años tienes?

¿De dónde eres?

¿A qué te dedicas? Estudio o trabajo.


Y si quieres flirtear y ligar con él o ella


¿Cuál es tu teléfono?

¿Cuál es tu e-mail?

¿Estás casado/a? / ¿Tienes novio/a?

Y entonces ahora vamos a hacer un juego. Tenéis que preguntarle al compañero de al lado ¿cómo te llamas?, ¿Cómo estás? y ¿De dónde eres?, ya que la pregunta de la edad no la podéis hacer porque aún no os he explicado los números. Así, vamos haciendo una cadena en la que todos responden y todos preguntan. Ha habido un alumno que tenía que hacerle las preguntas a la chica que tenía al lado y el pobre se ha puesto nervioso, se ha puesto rojo y la chica le miraba tímidamente, sonriéndose... Yo creo que ha nacido entre ellos la chispa del amor.


Vale, muy bien. Ahora que ya sabéis presentaros, vamos a aprender los números, los días de la semana y los meses. ¿Alguna pregunta? ¿No? Muy bien, ahora que ya sabéis todo esto, ¿me podéis decir qué día es hoy? Miradas de desconcierto entre ellos, cuchicheos. A ver tú, ¿cómo te llamas? Muhamed. Muy bien, Muhamed, ¿Puedes decirme qué día es hoy? Miradas a la pizarra, nerviosismo, busquedas en su libreta. Una alumna se levanta. Sit down please; la alumna se sienta... tell me please, ¿Qué día es hoy? (dirigiéndome a la alumna) Y Muhamed me dice 17 de Agosto de 2009. Muy bien , very good Muhamed. Le miro a la alumna, me sonríe, tal vez contenta consigo misma por haberle dado unos segundos a Muhamed para que pensara qué día era hoy. Muy bien, y ahora que sabéis las fechas, vamos a aprender el día de nuestro cumpleaños, y cuántos años tienes. Nueva cadena de preguntas y respuestas. Mismo nerviosismo y miraditas de la parejita de antes. Me encanta.

Vale, ahora una cosa muy fácil pero a veces muy compleja: el abecedario. Os pongo las letras, las digo en voz alta y vosotros las repetís. Se ríen con nuestra "ñ", la "jota", la "rr" y la "zeta", por como exagero diciéndolas. Intentan decir "perro" y se ríen de cómo les suena. Les pongo ejemplos de la "C" (ca (camión), co (coche), cu (cuatro), ce y ci (Cecilia). Se ríen porque ellos no saben cecear, y dicen Sesilia, les digo que tienen que poner la lengua entre los dientes y soplar. Y un alumno dice It's too easy Ce-ci-lia. Todo el mundo le aplaude. Espero unos cinco segundos, si continúo haciendo bromas, tal vez la clase se me vaya de las manos. Miro la hora. Ojeo la Moleskine roja donde estoy apuntándome lo que les tengo que dar cada día. Se tranquiiliza el ambiente. Miro de nuevo la hora. 4 y media. Silencio en la clase.

Bien, ahora vamos a aprender las cosas que tenemos en el aula (las escribo en la pizarra): pared, ventana, puerta, mesa, silla, rotulador, bolígrafo, radiocassette, ventilador, aire acondicionado. Y, de repente, un alumno me corta. "Excuse me, ¿Cómo se dice "whiteboard"? Mi inglés no llega a tanto, me digo a mí mismo, pero de repente caigo en la cuenta.. Me ha hecho una pregunta hablando en español. Le digo que me la repita, para que los demás alumnos la oigan. Me la repite, y la escribo en la pizarra: ¿Cómo se dice _____? Le vuelvo a pedir que la repita, pero ahora para ver si me entero de lo que quiere saber. Me la repito y le digo que no sé a qué se refiere. Los demás alumnos me señalan a la pizarra. La miro. Y le vuelvo a preguntar. Me responde. Intento asimilar: Whiteboard. Vale, Pacorro, ya está claro... la pizarra (como es de estas de rotulador vileda) es de color blanco (white)... Te está preguntando cómo se dice "pizarra"... Lo escribo en la pizarra, valga la redundancia... El alumno que me había hecho la pregunta me mira y me dice Thank you very much. Le digo "No". Escribo en la pizarra "Gracias" y "Muchas gracias". Y me dice "Ok, muchas gracias", y yo escribo en la pizarra "De nada".

Miro la hora. 4:45. Miro la Moleskine. Les miro a ellos. Caras de cansados. Es difícil recibir tanta información en tan poco tiempo. He aprendido que para la siguiente clase, como ya tendrán el libro fotocopiado, les voy a proponer una clase más practica, que la vayan haciendo ellos mismos, no yo. Me faltan 15 minutos.

Vale. Ahora había pensado pediros una actividad, que creo que es entretenida y os puede parecer interesante. ¿Tenéis internet en casa no? Sí, claro (todos a una). Vale. Pues os propongo que busquéis información sobre un autor de la literatura española e hispanoamericana (sea en inglés o en español), y al principio de la siguiente clase, os haré preguntas sobre su vida y su obra (¿Dónde nació? ¿En qué año? ¿Qué obras son las más importantes?...). ¿Vale? Asienten con la cabeza. Muy bien, pues os propongo Pablo Neruda.

Y para acabar la clase os voy a dar una nota gastronómica: el gazpacho. Un plato típico de Andalucía, una región de España. Es muy fácil y aquí la podéis hacer porque se necesitan 6 tomates, media cebolla, 1 pimiento, 1 pepino, un diente de ajo, aceite de oliva (una taza más o menos) y dos cucharadas de vinagre. Todo esto lo cortáis en trocitos, como picado, separáis un poco de la verdura troceada, y el resto lo ponéis en la batidora con el aceite y el vinagre. Y lo trituráis todo, hasta que os quede una especie de zumo. Lo metéis un buen rato en la nevera (nueva palabra para vuestro diccionario, aparte de todas las verduras) y a la hora o dos horas ya os lo podéis tomar, añadiéndole la verdura que habéis separado antes. ¿Está claro? Todos: SÍ.


Vale, pues para acabar os explico las despedidas: Adiós (la básica), hasta luego, hasta mañana o, en este caso Hasta el _____(día de la semana que nos volvemos a ver, que en nuestro caso es el Jueves)... Así que... Hasta el Jueves. De repente todos, casi al mismo tiempo, se levantan y me dicen "Hasta el jueves... MUCHAS GRACIAS". Me sonrío, flipado de lo que he conseguido (aunque ahora lo pienso y me pregunto si harán lo mismo con todos los profesores, o igual lo hacen porque soy extranjero, y es una simple cortesía). Y les digo... De nada...

Cojo mis cosas con una hormiguita en el estómago. Mi primera clase yo solito en una Universidad ha terminado. ¿Por qué tengo que esperarme hasta el Jueves? Salgo del aula. Entro en el despacho. Hablo con Rafique de cómo ha ido la clase. Le digo que genial. Me sonríe. Y voy a apagar las luces, ventiladores y aires acondicionados. Vuelvo al despacho y Rafique está con un amigo, charlando. Me dice que si quiero me puedo ir. Quedamos en vernos el miércoles a las 12. Hasta el Miércoles. Bye bye Paco.

Salgo al exterior, con la misma hormiguita de antes en el estómago. Espero porque no hay ningún CNG en la parada. De repente dos chicos se me quedan mirando. Ey, How are u? Fine, thanks... Se me acercan. Me dan la mano. El popular amiguismo de Dhaka, pienso para mí. Me preguntan de dónde soy, les digo que español, y ellos me dicen que uno vive en Barcelona y el otro en Madrid. Pienso que la he cagado por darles tanta confianza. Me preguntan dónde vivo en Dhaka. Les digo que en Gulshan. En eso que pasa un CNG vacío. Lo paro. Y uno de ellos le pregunta en bangla si me lleva a Gulshan. El taxista mueve la cabeza diciendo que no. Yo me sonrío. Y el que había hecho la pregunta me mira y me dice si sé bengalí, porque parece que lo he entendido. Le digo que sólo un poco. En ese momento me doy cuenta de que realmente estoy empezando a entender bengalí. Me preguntan qué hago en Dhaka, y les digo que doy clases de español. Y me dicen que se van a hablar con el profesor Rafique a ver si hay alguna plaza libre. Se despiden y me dicen que el español es difícil. Se van. Y entonces me doy cuenta de que me han mentido, que ninguno de los dos vive en España, porque si fuera cierto, no habríamos estado hablando todo el rato en inglés.

Llega un CNG. Lo paro. Le digo "Gulshan". En algo parecido al Banglish me dice que me espere. Abre el motor. Acelera y me dice, ahora en bengalí, que me lleva, pero que si veo otro que me vaya en él, que tiene que comprobar una cosa del motor . Le digo ok. Y al minuto escaso, llega otro CNG. Salam walai-kum; Gulshan? Mueve la cabeza afirmando. Me hace los números con los dedos "1-2". Le digo que entre Gulshan 1 circle y Gulsahn 2 circle. Y me dice 100 takas. Subo sin rechistar por el precio. Os cuento: aquí cuando subo a un CNG en Gulshan y les digo que tengo que ir a la Universidad, siempre, todos los días me preguntan el precio que les voy a pagar. 100 takas (1 €) es razonable, 120-130 (1,20-1,30 €) es caro y 150 (1,50 €) es muy caro. Como ya lo sé, el precio que le doy es el de 100 takas, porque ellos lo suben a 150 y finalmente se queda en 120. Porque, si no se negocia, el precio que le debes pagar es el que marca el taximetro cuando llegas a tu destino, que normalmente es de 80-100 takas. Con lo que, como os podéis imaginar, me he venido bien contento y calladamente con el precio de salida de 100 takas. Fijaros si no me lo creía que cuando me ha parado aquí abajo, le he vuelto a preguntar, pensando que me había dicho 200 takas. Pero no. Mis oídos todavía entienden el inglés, y me ha dicho, con todas las letras "One hundred, Sir". Se los he dado con una cara que le estaba diciendo que me parecía carísimo. Y me he bajado. Y aquí estoy con todos vosotros.

¿Qué os ha parecido la clase? ¿Haríais algún cambio?

Un abrazo a tod@s

4 comentarios:

Pat dijo...

Me ha gustado tu segunda clase, se nota que les esta gustando porque lo haces bastante práctico y eso lo hace mucho mas ameno.

Sigue asi, besoteeeeeeeeeees.

LA MAMI dijo...

Yo quiero ser tu alumna.
Felicidades
Un besazoooooo

(^o^) dijo...

En serio Pakorro,

cómo narices puedes escribir taaaaantos posts taaaaan largos!

Pero si yo no tengo tiempo de ná en Chile!!!!

(^o^)

Francisco dijo...

Pat!!!! La verdad es que me pasé un poco con tanta teoría de golpe, pero es que no tenían aún el libro de clase fotocopiado y no podíamos hacer ningún ejercicio. Pero sí, son muuuuyyy aplicados, jejejej... y les encanta... Besossssss

María José, yo ya te dije que te vinieras a ver este infierno, y si de paso puedo darte unas clases, pues oye, nos divertimos un rato, que este país es así, divertirse hasta en clase. Muchas gracias por tus comentarios.... Un besazooo...

Pintorrr!!!! Pues la verdad es que ayer entre que se fue la luz una hora entera de reloj y que tenía fallos con el internés, me iba a la cama a a 1 y media de la mañana. Pero sí, no sé de donde saco el tiempo: me pongo a escribir y no puedo parar... Un abrazo de un banglish a un alicanchilenooo... Que no pases mucho frío por allí y disfruta con tus clases de Literatura infantil.