viernes, 31 de julio de 2009

La buena vida en las clases de español

Hoy toca un poco de clase de español, aunque sea viernes y sea aquí día festivo. He estado ojeando canciones de La buena vida y he encontrado una que puede ser muy interesante, se llama "Qué nos va a pasar". Os la pongo aquí para que la escuchéis y os copio la letra para aquellos poco melómanos, para que la lean solamente o para que, si queréis, la leáis mientras la escucháis.



Cada día trato de acertar por dónde saldrás.
Eso es tanto como adivinar qué nos va a pasar.
Has estado, hace tiempo, algo raro por momentos.
Me pregunto algo inquieta qué nos va a pasar.
No recuerdo cuándo decayó la conversación
ni el punto en que dices tú que algo cambió.
Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.
Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué.
Yo me esconderé, ahora que te vas
ya no saldré más, dime para qué, si no te voy a ver.
Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.
Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué.
Yo me esconderé, ahora que te vas
ya no saldré más, dime para qué, si no te voy a ver.
Cuando pase el tiempo conocerás a alguien más
y me olvidarás, y es que es lo normal.
Aunque nos dé rabia siempre ocurre igual
y nos esforzarnos en disimular.
Es una canción preciosa. Además, en una clase de español sería interesante utilizarla para que los alumnos conozcan a grupos "desconocidos" en España, que están fuera del espacio comercial típico de los best-sellers (triunfitos y demás vorágine musical de bajo coste y poco valor musical, aunque otorgue muy buenos beneficios a algunos cuantos), y además porque con esta canción en concreto se podrían poner ejercicios sobre el uso de los tiempos verbales (que hay de muchos tipos), o incluso se podría proponer un debate sobre el significado de la canción, proponiendo al mismo tiempo que los alumnos expliquen si han tenido alguna experiencia personal parecida a la historia de la canción, o que escriban una redacción contando alguna historia con el mismo final que la canción o cambiándoselo a un final feliz.
¿Qué os ha parecido? ¿Os parece buena idea poner esta canción en una clase de español para extranjeros? ¿Popondriais alguna actividad más?
PD.- Le dedico esta entrada a Pinto-san.

miércoles, 29 de julio de 2009

Kodom la flor lluviosa y Tagore

Hoy os voy a hablar sobre la flor que aquí llaman "Kodom". Todo ha venido porque este mediodía mientras íbamos al comedor de la Universidad hemos pasado por delante de una pareja de niños tirada en el suelo quitándole las hojas a unas ramas, en las que había unas flores redondas de color blanco. Rafique me ha preguntado si ya las había visto antes y le he respondido que no, que era la primera vez. Y me ha contado que se trata de una flor que nace en la estación lluviosa de Bangladesh (ya os contaré más adelante cosas sobre las 6 estaciones del año de este país), y que es muy preciada como regalo, sobre todo entre los enamorados, como símbolo del nacimiento del amor o como expresión de su proyección en el tiempo.

Es una flor muy curiosa:


Me quita la respiración la mirada del niño. Podéis comprobar que, además, está nublado.


La combinación entre el amarillo y el rojo, y al mismo tiempo la circunferecia casi perfecta que consigue es asombrosa. Me recuerda al sol, con lo que algo tiene que ver con que sea símbolo del amor y la pasión. La verdad es que desprende algo de calor.

Pero al mismo tiempo parece una flor que sea "peligrosa" de tocar. Vista desde cerca parece que te vaya a arañar o a clavar sus "pétalos". Es una flor atractiva pero al mismo tiempo parece perjudicial. Sea como sea, es para admirarla de cerca:





Y, como ya os he dicho antes, es una flor típica de ser regalada, a veces en forma de ramo, y normalmente vendida por los niños en la calle, en los semáforos. Así lo muestra esta foto asombrosa:


La mirada del niño. Las gotas en el cristal. El pelo mojado. La gota cayendo por su rostro. La posición de los dedos en el borde de la ventana y las dos flores ya dentro del coche para que no cerraran, con el posible "crimen" que supondría acabar con este regalo tan preciado. El color verde de las hojas. Esta imagen reúne pefectamente casi todos los elementos de este país: la probeza que destilan las pupilas del niño, la necesidad de vender lo que sea (en este caso unas flores que la madre naturaleza ha permitido florecer con las lluvias) para poder comer algo, la lluvia que aquí cada día es más intensa (según parece el cambio climático ha retrasado la estación lluviosa, que normalmente era entre Junio y Julio, dos meses más tarde) y, cómo no, el color verde que dejan escapar las palmeras y otras plantas tropicales de este país. Todos estos elementos están reunificados en esta imagen.

Y, para acabar, comentaros que es una flor tan importante en la cultura bengalí que el mismo Tagore le dedicó sus versos como símbolo del florecimiento del amor al principio de la estación lluviosa. He tratado de buscar poemas donde hablara de las flores "Kodom", pero no he encontrado ninguno. Lo que sí he encontrado es un poema suyo que más o menos resume mi situación actual en Bangladesh. Os lo copio (versión propia mía a partir de una traducción al español que he encontrado) aquí y con él acabo este post. Espero que os haya parecido interesante.

Las nubes se amontonan sobre las nubes, y oscurece.

¡Ay, amor! ¿por qué me dejas esperarte, solo en tu puerta?

En el afán del mediodía, la multitud me acompaña;

pero en esta oscuridad solitaria, no tengo más que tu esperanza.

Si no me enseñas tu cara, si me dejas del todo en este abandono,

¿cómo voy a pasar estas largas horas lluviosas?

Miro la lejana oscuridad del cielo,

y mi corazón vaga gimiendo con el viento sin descanso.

martes, 28 de julio de 2009

La ciudad bajo el agua

Esta noche pasada la ciudad se ha inundado. Ayer por la tarde (07:00 pm) empezó a llover y no ha parado de hacerlo hasta esta mañana (07:00 am). Sí, 12 horas de lluvia torrencial que han desbordado completamente los lagos de Banani y Gulshan. El tráfico se ha cortado en distintos puntos de la ciudad. Tenía que haber ido a la Universidad pero justo antes de coger el CNG me ha llamado Rafique y me ha dicho que hoy no fuera, porque no iba a poder llegar, que estaba toda la ciudad bajo el agua.


He estado buscando algo por internet y he encontrado una noticia en un periódico local. El monzón es así de brutal. Os dejo la imagen del periódico:



Aquí sacar una cámara siempre es motivo para que te saluden (como el niño del fondo), que te sonrían aunque el agua te llegue hasta el pecho (como la chica de azul de la izquierda), siempre con la alegría que caracteriza a esta pobre gente que está acostumbrada a no tener casi de nada, y que cualquier cambio brusco en sus vidas como esta inundación, hace que valoren más lo poco que tienen.


Además, aquí la lluvia es algo precioso para ellos. Así lo describe KaKTaRuA en una de sus fotos del Flickr (perfil con álbumes preciosos).


Pero también en algunas zonas del país ha habido sequía últimamente. Y para hacer que llueva, se realiza un rito ancestral que consiste en una "boda" entre dos ranas, a la que asisten centenares de hombres y mujeres, y en la que se canta y se baila pidiendo que sea un año lluvioso, tal y como explica la noticia de un periódico local.


La lluvia es algo necesario, a la vez que hermoso, aunque haya inundado la ciudad de Dhaka entera.

Sin ti a mi lado los mundos paralelos se me acaban


No hay una sola realidad, cabo. Existen múltiples realidades. No hay un único mundo. Sino muchos mundos, y todos discurren en paralelo, mundos y antimundos, mundos y sombras de mundos, y cada uno de ellos lo sueña, lo imagina o lo escribe alguien en otro mundo. Cada mundo es la creación mental de un individuo.

Un hombre en la oscuridad, Paul Auster

Tal vez busque estos primeros días de ausencia el mundo donde poder estar cerca de ti. De no compaginar más distancias y espacios alejados. Por lo menos me consuelo pensando que compartimos el mismo mundo, y no dos paralelos. Nos soñamos en la misma música, en la misma laguna inundada de plagios de tus manos, los sueños. A veces me gustaría ser un Aleph, y estar aquí y allí al mismo tiempo. Sin ti a mi lado, la lluvia, el monzón suena distinto.

Ya sabes en qué momentos me pongo a escribir. Te necesito.


lunes, 27 de julio de 2009

Moleskine 2

26 de Julio 2009 14:45 (Dhaka). Ahora mismo estoy esperando a que vuelva el suministro eléctrico. Aquí cortan la electricidad una o dos veces al día. Es terrible porque durante la hora en la que se produce la desconexión no funciona ni el ventilador ni, por tanto, el aire acondicionado, con lo que el poco fresco acumulado dentro de casa se va disipando, empezando poco a poco a dominarte la humedad, y a sudar cada vez más a medida que pasan los minutos.
Antes de ayer me trasladé a esta y el único problema que estoy teniendo es la ausencia de la conexión a internet. Me he dado cuenta de que éste era el único lazo de contacto que tenía con todo lo que está fuera de este país, con lo que su ausencia me hace estar más solo y desacompañado. Esta ciudad es así de amenazante, de insólita, pero al mismo tiempo te atrae, te domina y hace que tu soledad sea un poco más apetecible, porque es necesario tu espacio íntimo, tu lugar separado de los charcos, los grumos del barro, los saludos de gente por la calle, los claxons, la lluvia que es imprescindible, y que cae cuando el monzón se lo obliga. Esta es la soledad que nos domina en una ciudad que se revuelve en la inmensidad y que no nos deja solos si no es en esta quietud doméstica, donde lo único que es perceptible es el sonido del ventilador, el aire acondicionado, los timbres de los rickshaws, los claxons y, cómo no, la ira lejana del monzón, que parece que hoy se ha desatado.

CNGs y mudanza

Por fin ya he vuelto por aquí. Han sido dos días de infierno, porque hasta que no he tenido todo en su sitio no he parado. Entre vaciar ropa de la maleta, poner lavadoras y colocar todo en su sitio no he tenido tiempo hasta hoy de llamar para que me instalaran internet hasta hace unas horas, porque además, como ha sido fin de semana no hubiera conseguido mucha cosa.

Bueno, el viernes por la noche llegué aquí y el sábado por la mañana ya tuve que ir a la Universidad en CNG, ya que ya no tengo chófer. Quería haber cogido la cámara para inmortalizar el momento, pero pensé que igual era mejor dejármela en casa porque los taxis no llevan puertas y en algún semáforo podían pedirme limosna, y sabía que me iba a sentir muy mal. Así que no la cogí. La verdad es que tenía un poco de miedo porque me podía llevar adonde él quisiera, pero bueno, era un riesgo que debía pasar si quería llegar a la Universidad. Salí de casa y me acerqué a la Avenida principal, y sí, pasaban muchos CNGs pero todos estaban ocupados, con lo que miré hacia todos los lados y vi uno parado al junto a la acera. Me acerqué y le enseñé en el mapa dónde quería ir. Me dijo OK y subí en el asiento de detrás, sin sujección de ningún tipo. Y aquello empezó a moverse. Y justo, lo que me temía... me estaba llevando por otro itinerario, porque los días anteriores había tratado de memorizar los sitios por los que pasaba y aquello no me sonaba de nada. Hasta que al final, flash, llegamos a una rotonda conocida, y a los cinco minutos me vi al fondo de la calle la Universidad. Fue un viaje muy emocionante pero al mismo tiempo desconcertante, porque iba todo el rato mirando cosas que me recordaran al trayecto anterior, y al mismo tiempo mirando las cosas nuevas que no conocía de esta ciudad, como por ejemplo los márgenes del río, donde se vende pescado en puestecitos preparados para ello, con cuatro o cinco cajas apiladas una encima de otra.

Comí con Rafique y después vino el segundo viaje en CNG en menos de cuatro horas. Este fue tal vez más traumático porque en este barrio las calles llevan números y los conductores de CNG no se lo conocen muy bien, con lo que le enseñé el mapa y le señalé una mezquita que hay detrás de casa. Y ya supo donde era. Lo malo fue eso, que me dejó en la mezquita, y hasta que localicé mi calle me volví loco, hasta que un rickshaw me vio un poco perdido y me preguntó dónde iba. Le enseñé el mapa y me dijo que estaba justo en la calle correcta, que si seguía andando llegaría a casa. Y así fue.

Bueno, espero poder hacerme fotos algún día en un CNG y os las pondré aquí para que las veais, y os imaginéis un poco lo que se siente.

Un abrazo, y me encanta poder volver a estar con vosotr@s

viernes, 24 de julio de 2009

Traslado y dos días sin internet

Esta breve entrada es para deciros tres cosas.

Hoy he visto por fin llover después de una semana de estar aquí. Han sido sólo 20 minutos de lluvia intensa, y no las cuatro gotas que cayeron estos días anteriores.

Hoy me traslado a mi nueva casa y

debido a este traslado, estaré dos días "incomunicado" sin internet, ya que como aquí el fin de semana es el viernes y el sábado, hasta el domingo no tendré línea.

Espero tener muchas cosas que contaros cuando vuelva, y no me echéis mucho de menos.

Un abrazo.

jueves, 23 de julio de 2009

La memoria de los pies y una visión canon EOS400

Esta mañana me he atrevido ya a darme un paseo por aquí cerca. Cuando he salido al rellano del ascensor he estado apunto de meterme en casa otra vez, por el calor sofocante que hacía. He ido a Gulshan 2, una rotonda gigante donde hay algunas tiendas, tipo Centro Comercial. Al principio me daba miedo sacar la cámara, pero al final he pensado que la tenía que sacar para inmortalizar algunos de los lugares de esta ciudad. Antes de llegar aquí, se me ha parado un rickshaw al lado, y me iba siguiendo al lado hablándome en bangla, mientras yo le decía "na, na", y el tío seguía y seguía, hasta que le he dicho en inglés que no hablaba bangla, me ha dicho "ok" y se ha ido. Pero, además, la gente se para por la calle mientras te vas acercando a ellos y cuando ya estás a su altura te saludan y te preguntan cómo estás.

Finalmente he llegado a Gulshan 2 y la primera foto que he podido hacer es esta, espectacular:


Un carrito ambulante en primer lugar, un rickshaw y una maraña de cables, con, incluso un transformador colgando al aire (eso negro que está a la altura del coche granate), y es que en esta ciudad los cables van todos al aire, y además se va la luz cada dos por tres. Al otro lado de la avenida podéis ver unas tiendas de muebles y alguna tiendecita de fruta y bebidas frías, u otra de aires acondicionados.

En el mismo sitio y al otro lado de la avenida hay una calle que está sin asfaltar y que parece un caos.

También es típico ponerse en cualquier lado a vender algo de fruta, eso sí, a la sombra porque al sol es sofocante. Y al lado justo del carrito de fruta, un cartel que indica que más adelante hay un hospital.


Esto es Gulshan Avenue. Y aquí en primer plano unos conductores de una especie de carritos parecidos a los rickshaws, pero que se utilizan para llevar mercancía de un lado a otro. Además, esta foto me demuestra algo que ya me habían dicho aquí, que a los ciudadanos de Dhaka les encanta que les hagan fotos; el hombre de la faldita azul clarito, cuando se ha dado cuenta de que estaba haciendo una foto ha posado saludando. Me encanta.



Y no hay sitio mejor para darse una cabezadita que un antiguo cuartelillo de la policía, ahora abandonado. La verdad es que compadezco a muchos bangla, porque sé que no tienen nada para comer, y a veces la desnutrición les obliga a no poder moverse para no perder mucha agua y para no quemar muchas calorías.

Y ya estaba deseando hacer una foto a los ladrillos típicos de aquí. Como veis, parecen ser muy blandos, y se rompen con mucha facilidad. Anoche me contaron que hace poco estaban derribando un edificio, totalmente a mano, a golpe de martillo. Y parece que tocaron una viga maestra y se vinieron abajo 10 plantas de golpe, matando a unos 55 obreros. Realmente espeluznante.

También me he encontrado que hay un "Club lingüístico de Dhaka", donde parece que se dan clases de Bangla, Francés y, como no, de Español. Miraré a ver si puedo entrar, pero como profe, jejejeeje...

Otra cosa muy curiosa es que aquí todas las calles son números, y no son calles, son carreteras.


Y ya al final de mi calle, al otro extremo de Gulshan Avenue, está el Banani Lake, un laguito donde debe haber de todo debajo del agua. Da miedo.


Y junto al laguito, un puestecito de venta de pan de pita y con un tendero que le ha gustado salir en la foto porque no paraba de mirarme sonriéndose.


Y al otro lado del lago, una obra donde las casetas con cuatro o cinco chabolillas, donde guardan los utensilios y materiales para la obra.
Espero que os haya gustado.
Un abrazo muy grande y ya os dire más cositas.

miércoles, 22 de julio de 2009

Ándale, ándale... que hoy he subido en Rickshaw

Hola de nuevo a tod@s!!


Hoy he vuelto a ir a la Universidad, y he llegado 10 minutos antes de lo previsto, y eso que había un tráfico de 1000 demonios. He esperado a que llegara Rafique y cuando lo ha hecho (con un sombrero mexicano que le ha regalado un amigo que tiene en Tijuana) le he pedido que me volviera a explicar lo que tenía que hacer en la primera y en la segunda clase, ya que antes de ayer me lo había explicado pero no me lo había anotado en la Moleskine y me hice un pequeño lío. Así que me lo ha dicho nuevamente, mientras yo anotaba.


Después le he pedido que me escaneara una fotocopia del pasaporte y de la hoja donde viene el cuño de entrada en el aeropuerto y los dos billetes de embarque, ya que necesito enviarlos a la AECID para poder cobrar la beca, como una manera de asegurarles de que ya estoy aquí y que me he incorporado a la Universidad. Aparte de estos documentos necesito una carta del director confirmándome que ya estoy aquí, y que todavía no me han entregado. Rafique ha ido al despacho del director y ha vuelto porque parece que estaba reunido con los miembros de alguna embajada.


Nos hemos puesto a hablar sobre Literatura Latinoamericana, de la que Rafique es un enamorado, y hemos comentado cosas sobre Borges, Vargas Llosa, Juan Rulfo o Monterroso, sobre el que Rafique hizo un trabajo de investigación y alguna charla en algún congreso. Al poco tiempo ha venido Helal y ha visto sobre la mesa de Rafique el sombrero mexicano y se lo ha probado, con lo que yo le he dicho que se merecía una foto:






Espectacular imagen de un bangla-mexicano-cubano. Y entonces le he pedido a Rafique que se pusiera con él:


Ahora ya conocéis a mis compañeros de despacho. Han venido entonces dos alumnos que querían preguntar a Rafique si podían cambiarse de grupo, y he aprendido que a los alumnos hay que tratarlos de manera seria, imponiéndoles respeto, incluso ha habido un momento en el que los alumnos se han acercado demasiado a él y les ha pedido que tiraran hacia atrás un metro, y ellos se han retrasado esa distancia.

Después hemos ido los tres hacia el edificio que alberga la sección administrativa de la Universidad, a ver si podían darnos la llave del piso que me prestan. La verdad es que el campus es inmenso y tiene una zona ajardinada que será como tres veces la que tiene la Universidad Politécnica de Valencia, con alumnos, rickshaws y demás vehículos de todo tipo. Es un edificio muy antiguo, al que le falta alguna ventana, pero muy bien estructurado, y con cortinas en las puertas de los distintos despachos, y con gente de todas las clases por todas partes, que me miraban detenidamente, como si necesitaran ver de vez en cuando a algún extranjero. Hemos entrado en un despacho en el que hacía un calor terrible, aunque estuvieran puestos dos ventiladores, y un funcionario nos ha pedido que nos sentáramos que iba a otro sitio a por la llave. Después hemos salido de allí y nos hemos acercado a la residencia donde se alojan los profesores, hemos entrado en el edificio y hemos subido a la segunda planta, mientras Rafique ya me avisaba que estaba muy sucio por haber estado un año abandonado. El funcionaro ha abierto el candado que cierra las dos puertas del apartamento. Y me han pedido que pasara. Aunque el piso está muy sucio, es muy grande, y muy tranquilo. Había cosas de los anteriores lectores por todas partes y por los demás está habitable, una vez lo limpien, aunque el pasillo que reparte todas las habitaciones da a un patio interior y está sin ventanas, con lo que más adelante voy a tener que tener cuidado con los mosquitos. La verdad es que aunque el piso es muy viejo, me ha dado buena impresión y espero poder usarlo pronto para ir allí a estudiar o a prepararme las clases, aunque igual necesito comprarme algún mueble. Cuando ya tenga la llave, haré fotos y os las pondré aquí.

Después hemos bajado de nuevo a la calle y en la puerta que da acceso a la zona residencial de los profesores Helal se ha despedido de nosotros, y Rafique le ha pedido a un rickshaw que se esperara un momento, mientras nos despedíamos. Helal se ha ido y Rafique me ha señalado el edificio que había enfrente nuestro, al otro lado de la avenida. Me ha dicho que era el Instituto Británico (o sea, el British Council, sí, el mismo que hay en Valencia). Me ha preguntado si quería verlo o si prefería comer. Como ya era un poco tarde y ya el estómago me cantaba alguna sevillana, le he dicho que optaba por la segunda opción. Y ha comenzado entonces una de las mejores experiencias de mi vida: HE SUBIDO POR PRIMERA VEZ EN UN RICKSHAW.

Dicen que para todo hay siempre una primera vez en la vida. Es como perder la virginidad. La verdad es que está un poco alto, y cuesta un poco subir, pero una vez arriba se ve todo de otra forma. Da un poco de miedo porque apenas tienes un lugar donde agarrarte. El conductor, cuando ya estábamos los dos arriba, ha empezado a mover el vehículo a mano, para darle impulso y para que no le costara mucho iniciar la marcha, cuando ya íbamos en movimiento, ha puesto un pie en el pedal y ha pasado la otra pierna por encima de la bicicleta, empezando a pedalear, todo el rato de pie, como es costumbre en ellos, aunque de vez en cuando necesitaba sentarse porque se cansaba. Con el calor que hacía hoy le he compadecido por el esfuerzo que estaba haciendo, sólo por 10 takas. Sí, ha sido un paseo hasta el edificio donde está el restaurante de los profes que ha durado entre 5 y 10 minutos y no nos ha costado más de 10 céntimos de euro. La verdad es que el rickshaw me parece uno de los medios más explotadores que hay, pero bueno, quieras que no, con ese viaje hemos podido contribuir en una parte, ínfima, de la alimentación de un anciano que no tendrá otra cosa más que su rickshaw.

Hemos comido y hablado sobre el piso de la Universidad, y cómo lo usaron los anteriores lectores, y hemos vuelto andando al despacho. Yo le he dicho a Rafique que me encanta andar a todas partes, porque ves todo mejor, haces ejercicio y además, para mí caminar es como recordar un trayecto, un paseo, y es que recuerdo mucho mejor los lugares si los atravieso caminando, como si parte de mi memoria estuviera en mis pies. Y Rafique me ha contado que cuando visitó Córdoba había días que se levantaba a las 5 de la mañana y salía a pasear con las primeras luces del alba y que nunca olvidará el sonido de agua de las fuentes de aquellas estrechas calles de la judería y del barrio antiguo.

El día de hoy quedará grabado en mi memoria con la miel suave que supone todas las primeras veces que se cumplen en esta vida. Pero es que en dos o tres días voy a cumplir otras primeras veces: mañana será la primera vez que me atreva a bajar a pasear a la calle a ver Gulshan 2, una especie de rotonda donde hay un montón de tiendas (iré con mi cámara y ya os pondré alguna fotito), pasado mañana será la primera vez que entre a vivir en la casa donde vivía el anterior lector (también os pondré fotos) y el sábado tendré que coger por primera vez un CNG, esos taxis de color verde para ir a la Universidad. Ya os mantendré informados.

Un abrazo y gracias por seguirme desde tan lejos.

martes, 21 de julio de 2009

Plano de Dhaka

Hoy me ha invitado a comer el embajador español en Dhaka. Ha sido un recibimiento maravilloso, y me he sentido como en casa. Hemos estado hablando de cosas del país (como lo de las obras que ya os comenté en entradas anteriores), de la vida aquí (un extranjero debe formar parte de algún club para poder optar a ciertas cosas; yo cuando me cambie a la casa donde me voy a quedar voy a apuntarme al Club Británico, que está justo al lado), del tema del dinero (aquí se negocia absolutamente todo, en las tiendas el precio lo pones tú, y me han recomendado que haga caso de los carteles que se cuelgan en los cubles, en los que la gente vende cosas como muebles, neveras, etc..., porque son más de fiar que las tiendas) o del tema de la burocracia y/o la corrupción que hay aquí (aquí se pagan impuestos inexistentes pero que hay que pagarlos por si quieres que algo te pase la aduana; hasta hubo una vez que por una máquina de construcción que era una donación o medicamentos que forman parte de algún paquete de Cooperación al desarrollo también tuvieron que pagar por dejar entrarlos).


Después he venido a casa a por el pasaporte porque lo necesitaba para que en la Embajada me empezaran a tramitar lo del visado, aunque me han dicho que eso debe hacérmelo la misma Universidad. Allí me han comentado también que el español está muy solicitado aquí y que en las clases me van a llover ofertas de clases particulares y ya parece que voy a empezar también en un liceo francés en el que necesitan a un profesor de español. O sea que espero que poco a poco me vaya poniendo las pilas y me vayan saliendo cosas para poder estar ocupado los días que no dé clases en la Universidad.


Y lo último que he hecho hoy, ha sido comprarme un mapa de Dhaka. Lo he tenido que extender sobre la cama para poder verlo bien, y aquí lo tenéis:





Dhaka es inmensa. Un monstruo donde todos formamos parte, y que se consume poco a poco por la contaminación, el ruido y el olor que el agua te deja en las manos o en la piel, la gente caminando por todas partes, y todas sus soledades compartidas, porque una de las cosas que me dicen cuando me miran es que están terriblemente solos, en una ciudad que no lesdeja nada más que la alegríade relacionarse con los extranjeros que venimos de fuera, y parecemos como el único contacto que ellos tienen con la urgencia de vivir en una realidad que no es la suya.

lunes, 20 de julio de 2009

Universidad de Dhaka y más fotos

Esta mañana, después de ducharme y desayunar, mientras me ponía la camisa, estaba mirando por la ventana de la habitación, que da a un laguito, y cual ha sido mi sorpresa cuando, estando mirando a un grajo (ese horrible pájaro negro) encima de una de las ramas de una palmera, me he dado cuenta de que el animal le estaba gritando a un bangla que estaba encaramado a la copa del árbol. Sí, como lo leéis, estaba abrazado al tronco de la palmera, solamente agarrado con la fuerza de sus piernas, porque con las manos estaba cortando unos dátiles o unos frutos de la palmera, sin arnés ni cuerda ni nada. Cuando ha acabado la faena, ha ido bajando, repelándose las manos y las plantas de los pies con el tronco de la palmera. Me he quedado alucinado. Esta gente se juega la vida de la forma más asombrosa.

Bueno, después he ido a la Universidad, que había quedado con Rafique a las 11. Cuando he llegado la puerta del despacho estaba cerrada, con lo que, por primera vez, he usado la llave que me dio antesdeayer. Eran las 10:45 y era normal que todavía no estuviera. Como he tenido un rato de soledad, allí, con el aire acondicionado soliviantando el calor que ha hecho hoy, he hecho una foto de algo que no me había percatado antes, la vista desde la ventana del despacho:




Un jardincito, detrás de la reja de la ventana, y más allá el trajín de la ciudad, el ruido del tráfico, la gente por todas partes, los gritos, los claxons de los CNG, los rickshaws, los alumnos entrando y saliendo... La verdad es que esta foto me gusta porque representa más o menos mi situación actual: aquí todavía me siento un poco atemorizado, me da un poco de miedo salir a la calle, a esa vorágine, de todas las calles iguales, y la idea de que me vaya a perder y no sepa volver a casa me aterra, por eso, más o menos, todavía estoy como en esta foto, viendo la ciudad desde el otro lado de la reja, y en la lejanía.

He encendido el ordenador para ver si había internet (están teniendo problemas con la conexión y no siempre hay línea), pero no había, como era de esperar, con lo que no he podido enviar un e-mail a mi Puri. Como todavía no había llegado Rafique, me he puesto a hojear algunos archivos que había en el escritorio y cual ha sido mi sorpresa, cuando al abrir uno de los archivos, me he dado cuenta de que era el cuento de Borges "Tigres azules", que aparece en su último libro (según Rafique) La memoria de Shakespeare, y como sólo tenía 7 páginas, me lo he leído.

Al poco tiempo ha llegado Rafique, y nos hemos puesto a hablar sobre calendarios, programas del curso y otras cosas, como la posibilidad de realizar algún ciclo de Literatura o Cine españoles. Según parece este año hay tres grupos, cada uno para cada profesor, Rafique, Helal y yo. Yo voy a dar al Junior Level, con lo que en cierto modo es fácil, pero también es difícil porque ya sabemos que un alumno de nivel inicial es complicado. Voy a tener cuatro horas de clase a la semana, dos el lunes y dos el miércoles, de 15:00 a 17:00. La primera clase sólo durará una hora porque sólo voy a darles el programa, les pasaré lista (para así saber cuántas fotocopias necesitamos de los libros) y les introduciré un poco cosas sobre el español, sus orígenes y su desarrollo, tanto lingüístico como cultural en América, así como las distintas variantes que hay de éste tanto en nuestro país como fuera de él.

Después, han venido dos profesores del Instituto de Lenguas Modernas de Dhaka, me he presentado y se han puesto a hablar con Rafique. Al cabo de unos 10 minutos, se han marchado los 3 y me he quedado en el despacho esperando, ya que iban a hablar con el director para ver cómo estaba la cuestión del piso que la Universidad me presta. Estaba esperando y de repente se ha ido la luz (luego Rafique me ha explicado que en la Universidad de 1 a 2 del mediodía quitan el suministro eléctrico). Al cabo de unos cinco minutos he notado que el refrigerio y el fresco que me estaban dando antes el Aire Acondicionado y el ventilador estaba desapareciendo, y a medida que pasaban los minutos estaba dominándome el calor, y, además, cosa que me ha dado a entender que practicamente he pasado ya el jet lag, estaba empezando a tener hambre. Al poco rato he empezado a escuchar unos gritos en la calle, como si de un coro se tratara, porque se escuchaba primero un hombre gritando, y sucesivamente, le respondía con otro grito una multitud.

Como Rafique se demoraba, debido a que según parece, ha habido algún problema con el piso, le he mandado un mensaje al móvil, por si estaba ocupado, diciéndole que si había algún problema con el piso que no se preocupara, que ya lo vería en otro momento. Y justo al minuto, estaba entrando al despacho, diciéndome que nos íbamos a comer al restaurante de la Universidad. En un principio me ha dado un poco de miedo, porque con todo lo que me habían dicho de la comida aquí, no sabía cómo me iba a sentar, pero bueno, tengo que ir acostumbrándome a esta comida, tarde o temprano.

Hemos salido a la calle y Faruque nos ha acercado a otro edificio (cinco minutos en coche, la Universidad es inmensa), que es donde está el restaurante al que sólo pueden acceder los profesores, y que está justo enfrente, en el segundo piso, de una especie de hotel donde se alojan los profesores visitantes que vienen a dar alguna conferencia, junto con su familia. Rafique me ha dicho que me sentara y ha ido a pedir, cuando me he dado cuenta, ya era demsiado tarde y no podía invitarle yo. El menú (que siempre es el mismo) consta de un plato de arroz con verduras, un bowl con sopa de lentejas (sólo el caldo) para echarlo por encima del arroz, y un segundo plato a elegir entre pollo o pescado. Todo eso por 50 takas (0,50 € más o menos). De camino al restaurante le he preguntado a Rafique qué eran aquello gritos que se oían antes y me ha dicho que era una protesta contra el partido político del poder. La Universidad, como en muchos sitios, es un centro de revuelta estudiantil y según parece, hace unos cinco años el partido que había en el gobierno fue destituído, y para evitar que se formaran altercados por el vacío de poder, se instauró un gobierno provisional con base militar, como una dictadura pero sin ejercer la violencia, y en Diciembre del 2008 se convocaron elecciones nuevamente, con las que salió elegido el partido que era contrario al partido derrocado anteriormente, y ahora hay mucha gente que está protestando porque no están de acuerdo con su forma de gobernar.

Durante la comida, Rafique me ha explicado el problema que había con la casa que me tenía que prestar la Universidad. Según parece ha estado mucho tiempo sin utilizarse y tienen que darle una buena limpieza. El piso tiene 3 habitaciones (dos habitaciones y un salón grande), tres baños y una cocina. Rafique me ha dicho que está en muy mal estado y que está sin muebles, que haría falta una mesa y alguna cama. Yo le he dicho que bueno, que quería verlo, y me ha dicho que sí, que a lo largo de esta semana me dará la llave y voy a ir a verlo. La verdad es que tengo curiosidad, aunque parece que finalmente me voy a ir al piso donde estaba alojado el anterior lector de español, que es el piso que fui a ver el sábado por la noche.

Bueno, después hemos vuelto al despacho y Rafique me ha dado un ejemplar de una revista que publica el Instituto que se llama ñ, un ejemplar de otra revista que ha publicado la Universidad de Dheli, el Instituto Cervantes de Nueva Dheli y la AECID, llamada Tres eran tres y que se está compuesta por alumnos de la Universidad que ya tienen el DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera) y luego una cuartilla en la que hay una entrevista que hizo Rafique a Norman Thomas di Giovanni, un traductor de Borges que dió una conferencia el día 27 de Mayo de 2009 aquí en la Universidad, y que conoció personalmente al escritor argentino.

Después de un rato de charla con Rafique me ha dicho que ya me podía ir y de vuelta a casa, he dado otra vez rienda suelta a la cámara, y empieza aquí la parte entretenida de la entrada, que sé que os gusta que ponga fotos y las comente. Pues ahí van, para dejar de aburriros con mis rollos, ya me decís que os parecen.

Lo primero que he fotografiado hoy ha sido una arqueta de alcantarilla que estaba abierta, con un trozo de bordillo reventado al lado y cochambrosa:





Esta segunda foto es de un obrero que estaba haciendo un agujero con un martillo percutor, con la única protección de la manta tipo rejilla que os dije ayer y el andamio de bambú, y estaba justo en el borde de la fachada, como podéis ver a través de la manta.

Aquí también se vende el Sony Bravia.

Y hay edificios que más o menos están bien (aunque igual necesitan cinco manos de pintura y diez de limpieza, porque ese cartel de debajo del balcón os puedo asegurar que marrón no era, aunque lo parezca):

Y, aunque parezca mentira, hay algún espacio vacío en la acera, aunque te vayas a cruzar con un tipo parecido a alguien de Al Qaeda como el de marrón que está en el centro de la imagen.




Y además, en este país es baratísimo hablar con el móvil. Mi compañía de teléfono es:


Y de nuevo, al girar la esquina te encuentras con alguna fachada en la que no queda ni un hueco libre.

Y un pintor de brocha gorda haciendo un grafitti (en realidad es un cartel de un establecimiento) encima de una cornisa, con su escalera de bambu al lado, a la vista de todos. Para qué la serigrafía o la impresión digital, lo que pueda hacer el hombre que no lo haga la máquina.



Y ya echaba de menos las mezquitas, con sus altavoces por los que suenan las voces de los muhaidines llamando a orar.


Y de nuevo ya en casita, a poneros estas fotos y estos comentarios.

Un abrazo a tod@s y gracias por seguirme desde la lejanía.

domingo, 19 de julio de 2009

Papu, Copito y Coco

Os diré algo sobre nuestros tres gatos, que los echo mucho de menos en esta lejanía.

Se llaman Papu (de color naranjita, rayitas y ojos claros), que fue el primero que llegó a casa de una camada de la gatita de un amigo.

Era tan pequeño que tenía miedo de todo, y siempre estaba con nosotros.


Con el frío del invierno aprovechaba cualquier cosa para buscar cobijo.


Desde pequeño siempre ha querido jugar mordiendo todo lo que encontraba, como nuestras manos y dedos.





Se subía a cualquier lado, aunque fuera un TFT de 15 cm de ancho.



Pero lo mejor es que cuando menos te lo esperas, se ha quedado dormido en las posturas más complicadas.




Y lo que no he conseguido olvidar desde que estoy aquí es la mirada que tiene, que parece que te hable.



El segundo en llegar a casa fue Copito (totalmente blanco y con los ojos azules), hermano de Papu pero de distinta camada.



Papu y Copito siempre van juntos allá donde sea, donde va uno va el otro, como si supieran que son hermanos.





Copito, como su hermano, también es un genio adoptando posturitas para dormir.




Y el tercero es Coco, llamado así porque cuando nos lo trajimos a casa no sabíamos qué nombre ponerle y yo tenía un peluche de Supercoco en casa y pensé que sería un buen nombre para el gato. Coco es blanco y negro, como un siamés, y ojos claros, y llegó a casa porque una compañera de Puri tenía una amiga que se lo había encontrado en el portal de su casa, se lo subió, pero como ya tenía un gato y además se iba fuera a trabajar, les hicimos el favor al gato y a ella de acogerlo y traernoslo a casita.

Coco es más independente que Papu y Copito, y lo que más me gusta de él es que es supercariñoso, ronronea hagas lo que hagas y cuando se queda dormidito estira las patoletas.

Pues bueno, aparte de que los echo mogollón de menos, les dedico esta entrada porque hoy según parece tienen que dejar la casa donde vivíamos, porque Puri se ha ido a casa de sus padres y allí están solitos. Parece que Papu y Copito se irán con mis padres y Coco se irá con Puri a casa de sus padres. Lo malo es que los gatos no sabes nunca cómo reaccionarán cuando cambian de lugar y tienen gatos desconocidos a su lado. Mis padres viven en un chalet y tienen ya dos gatos, con lo que Papu y Copito pueden escaparse en cualquier momento o enfrentarse a los gatos de mis padres, y los padres de Puri tienen ya un gato y no sabemos que hará cundo llegue Coco. Pase lo que pase, sé que van a ser días difíciles para todos, tanto para los gatos como para nuestros padres, y espero que cuando vuelva a España pueda volver a verlos, jugar y hacerles rabiar, o solamente hacerles fotos mientras duermen.

Esta tarde ha habido un momento en el que me he acordado del día que salí de casa, con las maletas a cuestas y todo, y sabiendo que igual cuando volviera a España no iba a poder verlos. Espero que no pase nada y confío en que cuando regrese a Valencia tengan muchas ganas de verme.

Os echo de menos gatitos.

Moleskine 1

Esta es la primera de las entradas que dedico a las reflexiones que dejo escritas en las moleskines que me regaló mi primo Juan el día de mi cumpleaños. En ellas iré escribiendo cosas, a medida que vaya necesitando esribirlas y no tenga el portátil a mano. No pondré ninguna introducción en las entradas dedicadas a estas reflexiones, si no que las empezaré directamente con la fecha y el lugar en que lo escribo en la moleskine y os copiaré a continuación lo que escribí en su momento en la libretita. Espero que estas reflexiones nos ayuden a todos, a mí a desahogarme anímicamente, a vosotr@s a conocerme un poco más. Ahí os dejo la primera:

15 de Julio 2009 21:21 (Doha). Ahora mismo me encuentro en el Aeropuerto Internacional de Doha, delante de la puerta de embarque nº 8, esperando a que se abran las puertas y encontrarme a las 07:25 de mañana con Rafique, y rodeado de gente de todo tipo, árabes, japoneses, gente que vuelve a Bangladesh... La verdad es que los aeropuertos son los espacios más cosmopolitas del mundo, el único espacio donde se realizan las vísperas de las separaciones más distantes. Y como muchas veces se ha dicho, me siento solo pero rodeado de gente, todos pasando, regresando de lugares dispares y esperando, como yo, nuestro destino.

Hace media hora, cuando ya tenía clara la hora de salida y la puerta de embarque, he llamado a Puri. El haber escuchado su voz me ha hecho sentirme más cerca, más próximo, con la distancia más reducida. Espero que esta separación no me haga sufrir mucho y echarla de menos, hasta que vuelva a verla. Iba a llamar a mi madre, pero no me queda casi batería en el móvil y he pensado que mejor sería enviarle un sms, y al rato me ha llegado un mensaje de un número desconocido, pero no lo he podido leer porque como es un operador extranjero de aquí de Qatar y los códigos deben ser árabes, no he podido descifrar lo que me ponía, supongo que sería un sms del propio operador dándome la bienvenida o algo así.

Espero que mi vuelo salga pronto porque quiero conocer ya Dhaka, a Rafique y a mis estudiantes.

sábado, 18 de julio de 2009

Obras

Hoy os voy a hablar algo sobre las obras de construcción en Bangladesh. Aquí al lado de donde estoy alojado están construyendo un edificio. Como no me dejaban dormir muy bien me he levantado y mientras me hacía el desayuno, me he puesto a mirar por la ventana de la cocina y me he percatado de cosas curiosas para un europeo pero muy normales aquí.

Como andamio utilizan cañas de bambú. Y como junta de éstas utilizan un utensilio muy sufrido como es un cacho de cuerda:



Eso que véis en el marco de lo que parece una ventana son pegotes de cemento sin pasarles la espátula.




Además, como "red de seguridad" para caídas de cascotes y para tapar la fachada del edificio en construcción nada mejor que una manta, por si las moscas, nunca mejor dicho.


Además, me he fijado que en otras obras están usando ladrillos típicos de aquí, que tienen el tamaño y la forma de una pastilla de Jabón de Marsella, con unas letras en bengalí. Ayer me informaron más o menos del proceso que lleva hacerlos: parece que necesitan que llueva a tope durante el monzón, porque tienen unas lagunas que se inundan de agua de lluvia, dejan que se sequen y que se forme barro. Entonces entran tropas enteras de trabajadores y a mano van cortando el barro con la forma de los ladrillos, y después meten estos bloques en una chimenea que hay en el centro de la laguna, para cocerlos. O sea, nada de máquinas, producción humana total.

Ya os iré informando con más curiosidades.

Un abrazo bengalí

2º viaje con Faruque y mi despacho en la Universidad

Hoy he vuelto a la Universidad. Y de camino allí he vuelto a sacar alguna foto interesante, lo malo es que han vuelto a salir movidas, por ir en coche.





Aquí tenéis una pequeña muestra de los autobuses de línea de esta ciudad. Mientras se muevan y tiren para adelante da igual como estén. La verdad es que he visto pocos que estén sin golpes, pero bueno, es lo que hay.


Esta foto no me ha salido todo lo bien que quisiera, pero bueno, la esencia se puede ver. Detrás del CNG que nos iba a adelantar se ve medio cuerpo de una persona. Pues aunque parezca mentira, parecía que estaba durmiendo. La verdad es que no sé cómo aguanta esta gente, con el nivel de desnutrición y el calor que hace aquí, lo normal es que se queden tirados donde sea.

Cuando ya hemos llegado a la Universidad, he ido al despacho del Departamento de Español y ya estaba alli Rafique. Me ha invitado a pasar y me ha dicho que tenía que llegar Helal, un bangla que es maestro de arquitectura, pero que aprendió español en Cuba y también da clases en el Departamento a tiempo parcial. Rafique me ha escrito mi carta de presentación al director del Instituto de Lenguas Modernas de la Universidad de Dhaka porque necesito que me haga un certificado de que ya me he instalado aquí y que ya he empezado en la Universidad para enviarla a la AECID, y así poder cobrar la beca. Pues parece que el director no me quería hacer la carta porque estaba esperando de la emabajada española una carta informándome que era yo el nuevo lector de español, y que mientras no tuviera esa carta a mí no me iba a dar nada. Rafique parece que se ha enfadado con él (han estado hablando en bengalí todo el rato) y le ha dicho que yo iba a trabajar en la Universidad y no en la embajada, y que por favor, me diera esa carta. Al final ha accedido y me ha cuñado mi carta de presentación con el registro de entrada y su firma, y nos ha dicho que el lunes o martes me dará el certificado.


De vuelta al despacho Rafique me ha explicado lo que pasaba, y he deducido que aquí las cosas burocráticas van un poco lentas. También me ha comentado que este año al nivel Junior de español se habían presentado 200 solicitudes de alumnos (como la pre-inscripción de las Universidades Españolas) y que ellos sólo pueden admitir a unos 150 alumnos. Esto me ha hecho pensar que realmente, el español se está haciendo fuerte aquí, y que cada vez tiene más demanda. Rafique me ha dicho que tuvo que ponerles un examen en inglés con preguntas sobre el español y sobre la cultura hispánica y latinoamericana, tanto literaria como de tipo geográfico y otras cosas. Después, me ha dado una llave del despacho para que la tenga conmigo y pueda ir cuando quiera allí a trabajar, porque tengo ordenador e internet, y me ha dado consejos para mis clases, como que no debo ser muy amigable con mis alumnos ni darles mi dirección ni mi teléfono, y dejarles claro que soy el profesor y ellos los alumnos, porque además, según parece, me empezarán a hacer preguntas sobre cómo pueden conseguir los visados y qué necesitan para trabajar en la embajada de Bangladesh en España. Me ha contado un caso de una vez que fue un estudiante a su despacho y le dijo que le quería mostrar un diccionario Bangla-Español que había hecho él mismo. Rafique le dijo que eso no podía hacerlo un estudiante de nivel intermedio, y que si él sabía todas las nociones gramaticales del español, y le dijo que no, con lo que el diccionario no valía para nada, porque no tenía carácter académico ninguno, con lo que Rafique le dijo que más que un diccionario sería un glosario. Entonces el alumno insisitió en el tema y le dijo que quería pedirle el favor de hacerle una carta de recomendación para presentar el "diccionario" a la Real Academia Bengalí para ver si le publicaban el citado glosario, y Rafique le dijo que eso no lo iba a hacer, que tan solo era un alumno de Universidad. Vamos, que me da miedo empezar con las clases, por lo que me pueda encontrar.
Aquí os dejo una fotito del despacho donde voy a pasar este año de lector o de profesor visitante, como dicen ellos.



Después Rafique me ha explicado lo del préstamo de los DVDs y lo que hay que hacer cuando un alumno te pide un libro. Aquí os pongo una foto de la videoteca, en la que hay películas de todo tipo, como El laberinto del Fauno, Sobreviviré, Vacas, Soldados de Salamina, Noviembre o las dos partes de la vida del Che, protagonizada por Benicio del Toro.




También hay un mural de un cuadro de Diego Ribera.




U otro del Guernica de Picasso.




Después ha venido Helal y nos hemos presentado. La verdad es que me ha parecido un cubano tal cual, porque es muy morenito, y habla español con acento cubano. Me ha dicho que gracias a Dios (esa expresión me ha dejado alucinado) y gracias a él podemos dar clases allí, porque hace unos 7 años tuvo una reunión con el Ministro de Educación español (supongo que se refiriría al Ministro de Asuntos Exteriores) y le informó de que necesitaban un profesor de español nativo para dar clases en la Universidad, y según parece, al día siguiente el Ministro le comunicó que ya había dado la orden para ello y que al año siguiente tendrían a un profe nativo allí. Pues sí, gracias Helal.


Hemos salido y estaba esperando Faruq fuera, bajo un árbol, porque con el calor que ha hecho hoy, normalmente está nublado, pero hoy ha salido el sol, y es sofocante. Helal ha venido con nosotros y se ha bajado a mitad camino. Hemos hablado de nuestras familias, de Cuba, de sus contactos en todas partes, de su empresa de importación textil... Vamos que es todo un personaje.
Una vez ya volvía a ir solo en el coche con Faruque, he sacado de nuevo mi cámara y he podido hacer alguna foto más, como esta del conductor de un CNG, detrás de su reja.


O esta otra de un hombre que se disponía a cruzar la avenida con una cesta en la cabeza cargada de patatas, jugándose la vida.


Y esta otra de un coche tipo berlina-monovolumen habilitado como autobús, y a reventar de gente.


Finalmente, he llegado a casa, he comido y como hacía dos días que apenas dormía, me he quedado frito mientras hacía esta entrada.
Esta noche he ido a ver la casa donde se supone que voy a estar instalado, pero mañana os contaré todo, porque tengo el día libre y aquí ya es la 1 menos cuarto de la noche.
Hasta mañana!