jueves, 16 de julio de 2009

Despedidas y primeras sensaciones

Bueno, ya estoy en Bangladesh. La verdad es que os debo pedir perdón por haberos olvidado durante tanto tiempo, pero bueno, ha sido porque no he parado con las últimas compras de cosas que necesitaba, pero sobre todo, con las despedidas (mis compañeros de trabajo, a los que echo de menos mogollón, mi familia, tanto la de sangre como la política, los amigos...). Las despedidas que más me impactaron fueron la que hice en casa de mis suegros, en la que Luisa decoró el comedor con unos globos y fotos dentro de ellos y me regalaron un muñeco de peluche que es una rana que lleva dentro un aparatito con una grabación de 20 segundos, para que mi Puri me grabara un mensajito con su voz, y la despedida que hizo mi madre en casa, a la que acudieron mis tíos y mis primos. Mi madre me hizo una cena de comida bengalí-pakistaní-árabe y mis hermanas me pusieron imágenes típicas del país por las paredes y en forma de bandera. Aquí os pongo alguna foto de alguno de los platos para que os los comáis con los ojos.












Y después de las despedidas, vino mi viaje a esta ciudad enigmática y frenética. El martes hicimos noche en casa de mis padres, y nos levantamos a las 3:30 de la mañana para llegar a Madrid a primera hora. Llegamos a Barajas sobre las 8:30-9:00, después de los normales atascos madrileños. Precintamos las maletas para el largo viaje y en la facturación vino mi primera sorpresa: en la agencia de viajes me dijeron que podía llevar 32 kilos en dos bultos, y así lo hice, aunque me pasaba en 4 kilos; pues la chica de facturación, cuando puse las maletas en el peso me dijo que tenía permitidos sólo 20 kilos. Así que tuvimos que quitar los precintos que cubrían las maletas y las rehicimos alli en el suelo, y una que llevaba casi sólo libros se la llevaron mis padres de vuelta a Valencia. Ya pude facturar los 23 kilos en los que se me había quedado la maleta y vino casi lo peor del viaje, la despedida de mis padres y de mi Puri, me di cuenta en ese momento de que a partir de ese entonces debía proseguir solo esta aventura y enfrentarme a la soledad de estar tan lejos de todo. Pasé la puerta de embarque y subí a mi primer tramo del viaje, haciendo escala en Doha. El vuelo fue genial, largo, pero bueno... conocí a un pakistaní que vive en Granada y por lo menos se me hizo un poco más corto. Cuando salí a la escalera de salida a la pista de aterrizaje hacía un calor horroroso, y eso que eran las 8 de la noche y ya había anochecido. Subimos al autobus y nos acercaron a la terminal, donde estuve esperando dos horas mi vuelo a Dhaka. Aproveché y saqué algunas fotos:



Mi puerta de embarque era la 8.





Pero lo que más me impactó fue lo del duty free, donde venden hasta coches de lujo:




Y a las 22:25 llegó mi hora de subir a mi avión. Y vino otra cosa curiosa: en la cola de embarque conocí a dos bengalíes, uno que vivía en Lavapies y el otro en Barcelona. El de Lavapies, cuando se enteró de que iba a dar clases en la Universidad, ya no se me separó en ningún momento, creyendo que era un adinerado y que podía ser mi guía para todo. Subimos al avión y nos dieron para rellenar un papelito para asegurarse de que entrábamos en Bangladesh sin la gripe A, porque bueno, el mundo es así de precavido y tal como están las cosas, mejor prevenir que curar. El bangla que quería hacer de guía se me sentó al lado todo el viaje y no paraba de hablarme, pero bueno, asumí la situación, le seguí la corriente y así me valí de él a la salida del aeropuerto de Dhaka, me indicó dónde tenía que pasar con el pasaporte, donde tenía que recoger la maleta y hasta que no vino mi contacto de la Universidad de Dhaka lo tuve al lado.



El siguiente impacto que recibí fue el de los taxistas que se te tiran a degüello para que los utilices y te llevan a donde sea, pero les dije que no, que venían a buscarme y ya se disiparon. El caso es que parecía un futbolista o alguien importante, rodeado de mogollón de gente. Ha venido Rafique y después Faruq, el chófer, uno de los mejores drivers de Dhaka, porque a continuación vino otra de las sorpresas... el tráfico en esta ciudad es alucinante, los autobuses, los CNG (taxis verdes, muchos de ellos con la bandera española, graciosa curisiodad) y los rickshaws van a sus anchas y se te cruzan por todas partes y ya pararás... yo creía que en Valencia se conducía mal, aquello es un lujo.



Así pues vinimos a casa del canciller, que me acoge en su casa mientras está de vacaciones en España y así puedo ir haciendo marcha hasta que me instale en la casa donde voy a estar viviendo. Me he cambiado de ropa, he desayunado algo y nos hemos ido a la embajada, donde he conocido al embajador, su secretaria y me han dado un talón al portador para que cambiara los euros a takas. Después hemos ido a la Universidad, donde he visto el despacho donde voy a trabajar, admirando la videoteca y la biblioteca españolas que tienen aquí y, después me he venido a esta zona con Faruq, he cobrado el talón, y me han dado 100 billetes de 500 takas que estaban de esta forma:


Sí, ya sé que parece un fajo de billetes normal, pero las dos manchitas que hay debajo de la palabra "pieces" son dos grapas, sí, es un fajo de 100 billetes grapados de parte a parte. Alucinante.


Después me he comprado un móvil de prepago, que es necesario para estar localizado en esta ciudad frenética y me he venido a descansar a casa y a hablar por el Messenger con los míos y a informaros de mi llegada a este lugar de contrastes.



Os mantendré alerta con todo lo que me pase.



Un abrazo!!!

2 comentarios:

Pantufla dijo...

!Que guayyyy!!!,me he imaginado toda la situacion y solo el viaje ya ha sido una experiencia, madre mia, un bengalí en el barrio Lavapies y otro en Barcelona jajajajajaja, que mundo más pequeño Mon Dieu!!!

Ahora ha seguir disfrutando!!!, te seguiremos a diario por aquí para seguir al pie de la letra cada paso de esta gran experiencia bengalí.

Ya sabes que espero una foto del tigre de bengala jajajajajaja.

Te queremooooos. Besitos y abrazooos.

Croissant dijo...

Qué de cosas! al final salió la foto de la vela eh? jeje
Mucha suerte y cuidado con las vacas de la calle :p

Genial la foto de la zona de compras con la gente andando (cada loco con su tema... jeje)