sábado, 31 de octubre de 2009

"Concurso" de microrrelatos. La memoria olvidada de Monterroso

Hace unos días que llevo pensando en hacer una especie de experimento. Alguna conversación con mi compañero de la Universidad, mis propias lecturas, el recuerdo de algún concurso radiofónico de microrrelatos y la memoria escondida que me acerca a Augusto Monterroso me han ayudado a terminar de cuajar la idea, que ahora, mientras me hacía un café con leche he decidido llevar a cabo, hacerla tangible y mostrarla en mi blog.


No sé si sabréis que actualmente en el aspecto puramente literario, Monterroso tiene el honor de ser, seguramente (y si no es así me gustaría que alguien me rectificara), el escritor con el cuento más corto del mundo. Es este:


Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.


Así, apoyándome en todo lo que he dicho antes y en la idea de escribir una historia en un espacio mínimo de palabras, os propongo a todos aquellos que quieran participar en este proyecto hacer una especie de generación textual comunitaria. Aquí os voy a dejar un microcuento con la idea que con la última frase o palabra (lo que elijáis) escribáis, con un tope de 85 palabras un microcuento que dé comienzo con el final del mío y lo pongáis en los comentarios. Dado que hoy es Domingo, he pensado que sería buena idea hacerlo de Domingo a Domingo, y éste día colgar el microrrelato que más me haya gustado, de forma que con la última frase o palabra de éste se abrirá la gestación del siguiente con la misma base que el anterior (85 palabras como tope, cerrando la entrega del mismo el Domingo siguiente de esa semana). En el caso de que no haya microrrelato alguno en los comentarios, seguiré yo la cadena o cancelaré el proyecto. Espero que hayáis entendido la idea, si no es así, preguntadme dudas que tengáis y trataré de resolverlas. Espero con ansiedad de lector vuestros microrrelatos. Aquí os dejo el primero, de un servidor:


El rayo escaso de sol que atravesaba invasor su ojo izquierdo le informó de que ya era de día. Sin café, huyó de allí con miedo y la urgencia de alguien que debe olvidar la amnesia que lo atenaza. Sin lugar, sin reloj, sin ropa, sin la nada siquiera, supo que había escapado de su pasado. Sintió el peso de la libertad y no supo qué hacer con ella. Los milicos seguramente ya no lo encontrarían.

7 comentarios:

(^o^) dijo...

El dinosaurio, inmutable, continuaba durmiendo.

(^o^)

delia dijo...

Hola paco; que tal todo? si no lo he entendido mal, empiezo el relato con tu frase última "los milicos seguramente ya no lo encontrarían", es asi? esta bien?
Cambiando de tema, espero que estes bien y te envío muchos ánimos..estoy buscando en casa una foto de cuando éramos peques..de toda la clase..la quiero subir al facebook..un besote grande, delia.

Francisco dijo...

Sí, Pinto, pero ten cuidado que a veces se hacía el dormido, cachai?

Holaaaaa Delia, qué bien ver un comentario nuevo tuyo por aquií!! Sí, lo has entendido bien, debes empezar tu microrrelato por la última frase ("Los milicos seguramente ya no lo encontrarían"), o la última palabra del mismo. Además, puedes dejar todos los mirorrelatos que quieras... Esperoque me dejéis muuuuuchooooossss... Ay, qué bien lo de a foto, ya iré visitando el Facebook para verla... Muchas gracias por tus animos y un besote muy grandeeee!!!

Pat dijo...

Encontrarían la forma de estar juntos??. La vida les habia separado de forma algo cruel, solo la paciencia y el amor les ayudaba a seguir, solo la fe y la esperanza eran sus aliados.

Pero al final todo llega y sus esfuerzos dieron sus frutos. Juntos ahora podran vivir, aunque siempre quedará en su memoria este tiempo de incertidumbre y espera dolorosa. Asi es la vida.

Pat dijo...

creo que me he pasado de palabras, soy un caso, bueno, lo importante es participar jajajaja

Pat dijo...

Ah, no me he pasado. Besitooosss.

(^o^) dijo...

Los milicios seguramente ya no lo encontrarían, porque el dinosaurio dormido (que no durmiendo) obstaculizaba el camino.

(^o^)