jueves, 29 de octubre de 2009

Palabras deslenguadas

Ahora, en este exiguo y breve instante, puedo decir que sucede que ya no me canso de ser hombre. Entre estas idas y venidas, nombres, números y calles, mis alumnos se asombran de que podamos comer pulpo. Me piden folletos turísticos: Córdoba, Granada, Valencia, Museos, la paella, Andalucía, Bilbao, mezquitas, mapas, Lori Meyers... Todo augura que ni estoy aquí ni estoy allí. El tiempo se ha acumulado todavía más y la diferencia ahora es de seis horas: siempre me ha parecido inaudita la capacidad que hay aquí de conocer el futuro por adelantado, sé, de todos modos, lo que va a ocurrir seis horas antes de que ocurra en España. Y la verdad es que aquí el reloj se desajusta, se corrompe con la espesura de la ciudad, se olvida de funcionar, y los segundos se agolpan, hasta que viene alguien y empuja para que comiencen a moverse y la aguja refunde su ti-tac.
Las palabras las he dejado en mi lengua, para dejarlas libres cuando estornudo. Hablo con los CNGs y me saludan los pájaros de barro. Las cifras en los precios bajan, debe ser por la inflación de fuera, o por la inflamación de los extranjerismos. La soledad ya no es la misma, se repite de vez en cuando, pero siempre hay algo que la aleja. Ahora sé mirar a través de las celosías, y veo a los tullidos, a los deformados en los semáforos, arrastrándose para adelantarse al tiempo, y sonríen cuando descubren el suave tacto de las 2 takas en sus manos. Ahora también sé que con dos papeles de ese tipo pueden saborear el melancólico, oriental y tropical sabor de un té manchado con algo de leche consensada. No hace falta azúcar. Ahorro pasos cuando un rikcshaw me invita a llevarme. Volver por la noche a casa sabiendo que las farolas de luz enrojecida por el calor de los mosquitos ya no se van a aagar. Y las estrellas bajan a dar fuego a los ínfimos candiles de gas oscuro y azul de las vidas ambulantes que venden cigarrillos sueltos, plátanos o mecheros medio vacíos de gas en sus cajas de madera sucia con dos ruedas medio desinfladas.
A veces creo que no queda nada. Que el calendario está mejor encima de la nevera. Al lado de tu foto. Sí, porque despertarme por la noche es buscarte en los ruidos de la calle o en los sonidos que produce la madera de los marcos de las puertas cuando vuelve a su estado normal, después
de
la dilatación que ha sufrido durante
el día... Y a través
de las rejas de la ventana la voz de alguien que recita
el corán desde la altura de un altavoz
me dice
me nombra
sabe que, diga lo que diga, y suelte lo que suelte,
mis palabras se hacen verso. Y es ahí cuando el lenguaje
me trae infinitas veces tu piel, tu sentido, tu semántica lejana
y descubro el significado de muchas palabras, muchas de ellas
todavía sin lengua.
Por lo menos ya no llueve...
Sucedía, sí, sucedía que me cansaba de ser hombre.
Ahora ya sólo espero que el pasado se haga futuro
y no quedarme en el presente.
Ahora ya sé que sucedía.
Ah, y, de nuevo, allá en el lago, alguien me sigue observando.


Image Hosted by ImageShack.us

3 comentarios:

Luisa dijo...

Paco, qué bonito. Cómo se nota que esa ciudad te está enamorando; que el miedo y la soledad han evolucionado y han dado paso a algo nuevo y maravilloso.
Y el amor por Puri, que siempre está; al menos, yo siempre lo leo y lo siento en cada cosa que escribes.
¿Sabes qué? Aunque yo escribo un poco más tarde, en este día que tú estás,el 29 de octubre, es mi aniversario de boda. Chache y yo salimos a cenar y a disfrutar un rato el uno del otro; 4 años casados (más 7 de novios).
El tiempo pasa rápido, el amor evoluciona y se van descubriendo cosas nuevas en el otro.
Aunque os separen miles de kilómetros, no sufráis,vuestros corazones caminan juntos.
Un abrazo muy fuerte.

Luisa dijo...

Por cierto, espero que eso de que apruebes los comentarios antes de que se publiquen sea para hacer un seguimiento, porque yo lo de la censura no lo llevo nada bien ;-).

Francisco dijo...

Jo, Luisa, me encantan tus comentarios, y que me sigas a diario. Sí, tienes razón, ahora ya el miedo ha pasado a algo que no se puede escribir en palabras. Tienes que sentir esta especie de nostalgia, unida a algo así como necesidad de estar aquí y allí, de moverse hacia allá, pero quedándome aquí.

Ah, y por cierto, casi censuro tu comentario por eso de "disfrutar un rato el uno del otro", jejeje... La verdad es que el tiempo ha pasado rapidísimo e incluso ya tenéis un fruto de vuestro amor, ya con dos añitos y que es el reflejo de vuestro amor. ENHORABUENA POR ESOS 11 AÑOS!!!!

Un abrazo a todos y sigue así!!!