viernes, 19 de junio de 2009

Fotografía y enlaces entre experiencias












Si queréis escuchar buena música mientras leéis esta entrada, dadle al Play, nos os arrepentiréis. Al final de esta entrada os contaré por qué he seleccionado esta canción, porque todo, absolutamente todo tiene un sentido.

Bueno, después de haber estado tanto tiempo desaparecido, vuelvo a aparecer por aquí. La verdad es que entre el trabajo en la oficina (que cada día es más, ya que en apenas una semana dejo mi puesto de trabajo para irme a Bangladesh) y la preparación de este post, buscando fotografías y tratando de poner un orden entre todas las ideas que os quería expresar aquí, he estado practicamente sin parar cada día. Pero bueno, aquí he vuelto, y espero que sepáis perdonarme. Además, supongo que a partir del día 16 de Julio tendré más tiempo y más material y me veréis más a menudo cayéndome por aquí.

Antes de empezar, comentaros que ya he puesto una imagen de cabecera, es una fotografía de Kerstéz, del cual os hablo más abajo, y espero poder cambiarla una vez esté en Bangladesh, con alguna buena foto que haga allí.

Bueno, vamos manos a la obra: en esta entrada voy a hacer una especie de cadena de enlaces, explicando lo que yo entiendo como fotografía y lo que para mí es ese arte. Y estas ideas iré enlazándolas con otras, e iré mostrandoos lo que para mí son lo mejores fotógrafos, y para terminar, enlazaré este arte con el séptimo, ambos bebiendo siempre el uno del otro: una buena película siempre ha sido aquella con buena fotografía o, mejor, un buen fotograma puede ser el principio o el centro de una gran película.


Para mí, la fotografía es un proyecto o la base de una experiencia o una sensación. Al mirar una fotografía debemos sentir todo lo que ésta nos transmite. Debe ser como leer un poema, una fotografía es un poema visual. Además, todo fotógrafo centra su atención en aquello a lo que quiere dar más relevancia y es aquello que enfoca. Por ejemplo, podemos diferenciar estas dos fotografías que hice una vez. Veamos:



En esta primera el pájaro ha quedado fuera de foco y la ciudad aparece detrás, transmitiendo la soledad, la intranquilidad, la inhumanidad que hay en el hormigón, muy lejos de la naturaleza, una naturaleza que está secándose en la parte baja de la imagen, y que apenas sobrevive en la dura contaminación acústica y polutiva del aire con olor a gasolina y a autobús. Pero también, como involuntariamente, tal vez, vemos un trozo del estadio de fútbol, lo cual nos hace pensar en un deporte que controla a los medios de comunicación y que últimamente ha hecho más fuerte el contraste entre pobres y ricos, dejando de lado la belleza del deporte y dando más relevancia al poder del dólar o del euro, con cantidades malsananas pagadas por un jugador o por dos, olvidando a la gente que sólo con una tercia parte de las cifras que se han pagado en el fútbol podrían comer gratis varios años.


Y veamos la diferencia con esta otra imagen:



En este poema visual vemos que el pájaro es lo que está en foco. El animal ha vencido a la ciudad, ha salido a la libertad, y puede volar más allá del espacio urbano. Sus alas abiertas simbolizan abrazos, despedidas, huidas, pero también reencuentros, uniones, llegadas. La ciudad se aleja de nosotros y nos sentimos atraídos por la fascinación del vuelo de una pluma que nos hace pensar un poco más en la Literatura.


Aquí tenéis otra imagen:




Con esta fotografía os propongo un juego (que igual, al mismo tiempo, puede ser utilizado por algún profesor de español en sus clases, para reforzar el vocabulario de los alumnos), y que tal vez esté cerca del psicoanálisis. Os propongo que penséis en las palabras que os transmita esta imagen y que las escribáis en los comentarios. A mí personalmente este posabrazos de madera me sugiere palabras como intimidad, recogimiento, lectura o descanso. Ahora, otra pregunta: ¿os hubiera transmitido lo mismo si hubiera enfocado los libros del fondo y hubiera quedado fuera de foco el posabrazos? Igual la respuesta os hace entender mejor lo que os he explicado arriba de enfocar de forma más nítida aquello a lo que el fotógrafo quiere dar más importancia, ¿no creéis?


Pero bueno, dejando un momento de lado la fotografía en color, podemos decir que las imágenes en blanco y negro también transmiten muchas cosas, olvidándonos de las ideas con las que podemos jugar con el cromatismo de la paleta de colores que hay en la realidad. Y digo esto porque, en cierto modo, la fotografía en blanco y negro es tal vez más irreal, porque está muy lejos de lo que ven nuestros ojos, anula los contrastes y las diferencias cromáticas que poseen los objetos. A mí en concreto, lo que más me fascina de la fotografía en blanco y negro es el juego entre luces y sombras. Más abajo os pongo muestras de los que son para mí los mejores fotógrafos, seleccionando fotografías en blanco y negro. Aquí os dejo una fotografía que hice hace unos cuantos meses.



Pero bien, lo bueno del blanco y el negro es la neutricidad que pueden tener estos dos colores en la fotografía en color, como es el caso de esta fotografía, que forma parte de una secuencia que tuve la oportunidad de hacerle a mi querida Paula y de la que he podido rescatar algunas cuantas imágenes:
Vemos cómo el enanito de color blanco se resalza sobre el fondo blanco y negro de ella, que a su vez contrasta sobre el verde y el beige del resto de la fotografía.


Aquí os dejo otra de mis imágenes favoritas, que transmite bondad, cariño y la experiencia vital de que una sonrisa siempre aleja el dolor, la tristeza y nos acerca un poco más al infinito.





Pero con la fotografía en color también se pueden conseguir efectos cromáticos muy originales, como el de ésta imagen, donde la longitud del rojo y del blanco se marca sobre el amarillo-beige del fondo, y la idea de que el hecho de que los ojos estén ocultos por la sombra del flequillo hace que, involuntariamente nuestra atención se centre en la postura de los zapatos. Se aceptan opiniones sobre esta fotografía:




Pero lo bueno que tiene la fotografía es que a veces podemos aprovechar cualquier situación o algo que haya pasado en algún momento para hacer una buena imagen. Es el caso de ésta que tuve la oportunidad de hacer después de una tormenta de barro que cayó este invierno pasado en Valencia, dejando paso a un sol enceguecedor y a unas ventanas llenas de puntitos arcillosos.





Bueno, y ahora, después de haberos aburrido un poco con mis fotografías, os dejo una muestra de los fotógrafos que más me gustan, por orden de preferencia. Me gustaría que me indicaráis cual o cuáles os han gustado más para poneros más fotografías de ellos en otras entradas. Aquí os dejo las muestras, que las disfrutéis:

ANDRÉ KERTÉSZ

La soledad de una silla vacía en un parque de parís.

El dolor del agujero de una bala nos deja entrometernos en una ciudad gris y compacta.

La luz da vida a esta naturaleza muerta y nos invita a la subida.


La alimentación de los pobres se basa en la sombra de este tenedor. Esta fotografía se parece a una que yo hice, sin haber visto ésta de Kerstéz anteriormente, lo cual me parece fascinante:


HENRI CARTIER-BRESSON


La fugacidad del ciclista nos aparece como la prontitud del tiempo luchando contra la estaticidad de la escalera en espiral.



La infancia a veces nos recuerda que de mayores podemos beber alguna pócima con alcohol que nos hace recuperar la niñez.

EVA RUBINSTEIN

El reflejo de una cama deshecha en un espejo representa la soledad compartida del amor de la víspera. Aunque a veces es eso, un reflejo. La forma del cuerpo todavía queda en la memoria de las sábanas.

REGINA RELANG


Hay en la ceremonia de los guantes una contraluz para jugar a la primavera floral de una despedida.

GORDON PARKS


Una mirada que surge del suelo a veces es olvidar la ciudad que queda detrás, mientras sólo queda un color blanco en el negativo.
Mostrados ya mis fotógrafos preferidos, dejadme que acabe esta entrada enlazando estas fotografías con la reciprocidad que ha existido siempre entre este arte y el de la gran pantalla. Muchos fotógrafos, para darse publicidad, han podido fotografiar a los grandes actores y actrices del séptimo arte. Esta reciprocidad supone que el fotógrafo gana en fama con los retratos de los símbolos cinematográficos, pero al mismo tiempo, actores y actrices se dan publicidad gracias a esas fotografías. Por ejemplo, aquí os dejo una muestra de fotografías de Marlene Dietrich y Marilyn Monroe, entre otr@s para que véais que a veces las mejores fotografías han sido de personalidades del cine.
Marlen Dietrich fotografiada, sin maquillar, y en pose natural, por Erich Salomon:

O también, con el contraste del negro, por Irving Penn.


Pero, tal vez Monroe fuera más fotogénica. Aquí os dejo alguna muestra de Cecil Beaton:





Me encanta la pulcritud de la mirada en esta foto, y la sonrisa.

También la pudo fotografiar Eve Arnold, en la intimidad del camerino y en una pose mucho más forzada:


También lo hizo Henri Cartier-Bresson, del que ya os he puesto alguna fotografía arriba, y que tal vez sea una de las imágenes de Marilyn que menos fuerza tiene, aunque lo que más me gusta es la rigidez y la nitidez del rostro, y que nos deja imaginar a una Monroe más madura y serena, aunque con la mirada un tanto perdida en el infinito, tal vez como preludio a la soledad y la tristeza que le pudo transmitir la fama, que acabó matándola. Disfrutadla:



Pero tal vez, Milton Greene colaboró con esta última imagen que os dejo aquí a patentar la figura de símbolo sexual que llegó a ser Marilyn, y que muy pocas han llegado a alcanzar. Vemos que el blanco le queda muy bien al rubio platino, resaltando una silueta lejana tras el color negro del fondo:



Llegados aquí, os explico, ya que lo prometido es deuda, el motivo de haber seleccionado para esta entrada la canción de 12twelve, titulada "Profesor Alí", y es que enlaza perfectamente con mi experiencia de dentro de un mes escaso, ya que, como ya sabéis, voy a ser profesor de español en Bangladesh, un país principalmente musulmán, y además, si llego a rodar algún corto, medio o largometraje me gustaría que la banda sonora fuera de este grupo, porque cuando lo voy escuchando en mi MP3 por la calle me transporta a espacios en los que el blanco y el negro son los únicos fundamentos de mis ideas, que resaltan, fugaces, estáticas, como fotografías olvidadas alguna vez, por mi cabeza. La fotografía es como la actuación en una sala de teatro, una vez das al percutor para hacer la fotografía, ya no hay vuelta atrás, la fotografía ya está hecha; en el escenario, la palabra que se dice o el movimiento que se realiza no se pueden borrar, no se pueden repetir. Ambas, fotografía y actuación teatral son únicos, irrepetibles. Somos nosotros los que le damos sentido y perdurabilidad en el tiempo.
Para acabar, deciros que ya he cambiado la configuración de los comentarios y que todo el mundo que visite mi blog puede dejar un comentario. Acepto cualquiera de ellos, sean negativos o positivos, sean anónimos o con nombre propio.
Espero veros pronto con más cosas.

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