Eso que véis en el marco de lo que parece una ventana son pegotes de cemento sin pasarles la espátula.
Además, como "red de seguridad" para caídas de cascotes y para tapar la fachada del edificio en construcción nada mejor que una manta, por si las moscas, nunca mejor dicho.
Además, me he fijado que en otras obras están usando ladrillos típicos de aquí, que tienen el tamaño y la forma de una pastilla de Jabón de Marsella, con unas letras en bengalí. Ayer me informaron más o menos del proceso que lleva hacerlos: parece que necesitan que llueva a tope durante el monzón, porque tienen unas lagunas que se inundan de agua de lluvia, dejan que se sequen y que se forme barro. Entonces entran tropas enteras de trabajadores y a mano van cortando el barro con la forma de los ladrillos, y después meten estos bloques en una chimenea que hay en el centro de la laguna, para cocerlos. O sea, nada de máquinas, producción humana total.
Ya os iré informando con más curiosidades.
Un abrazo bengalí
2 comentarios:
¡Hola Paco! Siento haberte tenido tan olvidado, pero ya me he leído el blog y me he puesto al día. Me encanta como vas comentando todo, con fotos ilustrativas, jejeje. Sí que tiene pinta de ser un país muy curioso. Lo de los andamios de bambú yo lo había visto también en China (donde también se sufre un calor sofocante y un tráfico atroz). ¿Qué tal es la comida? ¿Está rica?
Disfruta de la experiencia y recuerdos desde la tierra de la horchata!!!! ;)
Hola Laura!!!
Tranquila, no pasa nada. La verdad es que cada vez que salgo a la calle me encuentro con cosas nuevas, ya ves... debe ser mi mente tan occidental, jejeje. Pues la comida bien, de momento voy comiendo bien, con criada que me cocina y eso, y la verdad es que bien, porque aqui hay hasta pasta italiana, aunque también salsas superpicantes. Ya sabes, viva el contraste, jejej
Un abrazo muy grande...
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