Nos trajeron una jarrita de cerveza, y fueron llegando los rezagados, Mamen, Laura Gallego, José Torres (que no Josep), David, y un poco más tarde José Gallardo, que había avisado de su demora, debido a que jugaba un partido de futbol, y sólo faltaba Marcos, del que nadie tenía noticias, pero que llegó más tarde, viéndome obligado a decirle que menos mal que había venido, porque si no se hubiera enterado.
Aquí os dejo algunas muestras de la reunión:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0achdjNlTH0YmvWZvfW7Q3GbVtGoUKkFO4O-PEdgbJXN1we_jZ5U7VVN4wbEMAmHSKudD7oFkHfewxhaYc_7J73h5ePW0-OxnKRjKDqMJas_t6szSXR6lYoygND5m10TrIg8o_biUso0/s320/IMG_1032.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKl0f-cIB0cbADVcYUtAdg3XMmS7ubEQU0YYxv62_kIPEntFXbS3OP3iGCEyn8VmazdCS4MFglK2u5e1yTYB9syCyYy3eF1Z2bJgNJEqqD1zaLsuoqmRXVTULpeoXA8Q1TmI0hxDwLMGk/s320/IMG_1035.jpg)
Marcos Sevilla, mi otra parte de Parcos, David Lluch, corrigiendo estilo, y Rafa Beltrán, quien me trajo una vez muy cerca a Deyermond.
Nuria, filóloga de todo corazón, y José Torres, el poeta al que casi llaman Espill, y alumno comadreja, al que tanto buscaba Arcadio.
Laura Gallego (http://www.lauragallego.com/), escritora de vitalidades desconocidas, y Angelito (sin rencor)
Julio Alonso, famosísimo erudito fundador de los maravillosos dossiers de LSO (quese enfade, porque eran geniales por su preciada información), que crearon todo un género literario, y José Gallardo, erudito donde los haya y orador sin paragón.
Como se puede apreciar en las fotos, más que comer bebimos, Lambrusco, vino blanco, champan y Limoncelo, para aclarar las gargantas, dado que al final del festín, Vane fue la gentil lectora del regalo redactado que le dimos al pre-jubilado profesor Asenjo, después se escucharon mis palabras dedicadas a la gente que me acompañaba, y que fueron más que emotivas, por tenerlos allí a todos tan cerca, y la sorpresa que me dio el profesor Julio con un texto especificamente dedicado a mí, y el cual tuve la mala suerte de no traerme a casa porque se me olvidó pedírselo. Aquí os dejo la muestra de su minuciosa lectura:
Después de la fabulosa comilona nos pasamos a un local al lado para continuar la tertulia, y después fuimos a casa de José Torres (alías comadreja), pero no iba la Play 3 y no pudimos dejarnos llevar por el Singstar, y Angelito casi acaba en la casa del vecino con cama, colchón y cabezal incluidos, haciendo uno de sus saltos del tigre.
Con esta comida me di cuenta de que ya he empezado a despedirme de la gente que tengo aquí, y de que ya no hay vuelta atrás. Suele ocurrir cuando te empiezas a despedir, los adioses no dan pie a los saludos. Me recuerdan a los aeropuertos y a las estaciones de tren, donde la gente se despide, pero (menos mal) también se reciben y se saludan. Así pues, después de esta despedida vendrán otras, que espero se correspondan con idas y venidas, con nuevos encuentros a mi regreso de Dhaka. La ceremonia de los adioses comenzó ayer.
Y, como lo prometido es deuda, aquí os dejo el pedazo de vídeo donde vemos a Angelito-Keneddy-Mr. Potato en una canción que recuerda a aquello de que El cartero siempre llama dos veces.
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